𝚛𝚞𝚜𝚑 𝚝𝚘 𝚜𝚑𝚘𝚛𝚎._

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El Primer Amanecer Tras la
Primavera y las Olas del Muelle.
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Jeno sacudió sus pies, tamborileando con las puntas de los mocasines una y otra vez

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Jeno sacudió sus pies, tamborileando con las puntas de los mocasines una y otra vez.

—¿Has pensado, que... podríamos morir en cualquier momento?

Donghyuck murió exactamente un mes después, recuerda.


Las olas bramaban con suavidad y la arena se arrastraba débilmente con el viento, y el trinar de los pájaros rebotaba en el ámbito del océano, en un cielo azul y sin lugar a una sola brizna de nubosidad, y los rayos del sol se extendían enormemente en la corona del mar y se reflejaban dorados en las aguas. Estaba todo quieto, el silencio lo componía el murmullo de la mar y el recoger de las olas antes de dispararse y deslizarse en la orilla, suavemente, bañando al repertorio de rocas afiladas abajo, y algunas gotas diminutas de agua salpicaban en su rostro.

Era frágil allí, el faro desde cerca y la superficie que se extendía allegándose a las aguas, sosteniéndose contra la brutalidad del vendaval y como flotando sobre el concreto que lo apartaba del mar.

Jeno todavía no había muerto para ese momento; no había estado vivo tampoco, sin embargo; no aún.


—No moriré todavía —Dijo, alto sobre el rumor del océano.

Habían sido dos meses para comenzar a vivir, y para luego morirse.

Se sentía como si le hubiesen arrebatado la vida que siempre deseó en cuanto la rozó con la punta de los dedos.



—¿No? —Preguntó Donghyuck, apresando su libreta contra su pecho con un agarre flojo mientras balanceaba sus pies hacia el precipicio, y ocultó una risilla—...¿por qué?


La marea había subido temprano en la mañana y los cuerpos habían subido a la superficie, arrimándose a las rocas de la costa y se aglomeraban en el bajío. Aveces los quemaban, en un montículo de piel derretida que se separó del músculo y que se pegó una contra otra.
Jaemin estaba en el mar, junto al faro, para siempre. Él mismo lo estaba también.

Corrió una brisa y Jeno se guareció bajo su abrigo; pensó un poco, en una sonrisa como el sol saliendo entre las nubes y un poema como los de la biblioteca en el reverso de la fotografía del faro; y sonrió también. Tenía una sola certeza:

—Porque estoy enamorado.

Quiescent Trill ◞ nominWhere stories live. Discover now