Capitulo 10

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Café

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Me encontraba recostado en mi cama, ya listo para dormir, con todas las luces apagadas, bajo las cálidas mantas. Pero mis ojos se negaban a cerrarse, sólo veían la oscuridad de la habitación, era como en esos momentos en los que no ves nada, pero sabes que hay algo ahí, algo que ni tú estás seguro de que exista, hundido entre la realidad y lo que crees que es real.

Me removí nuevamente entre las sabanas estratégicamente acomodadas ¿Por qué no podía dormir? Me quedé quieto, con la mirada fija en el techo, techo que no fui capaz de ver, nada más allá de la oscuridad. Cerré mis ojos con fuerza, colocando mis manos en mi estómago, apretándolo ligeramente, sentía un leve cosquilleo molesto, parecido a la inquietud… 

¿Estaré enfermo? Desde que había terminado mi ducha me sentía así, inquieto y angustiado.
Se sentía como el nerviosismo, pero yo pocas veces estaba nervioso, ni siquiera cuando subía a los juegos mecánicos me ponía a así. 

El cosquilleo se intensificó al pensar en ellos, cuando subí con GD ¿Si me ponía nervioso? 

Quizá había descubierto una nueva fobia en mi vida, una fobia con efecto retardado.

Me volví a girar, ya me estaba enfadando, no sabía que pasaba. Decidí ponerme de pie, y salir de mi habitación, ya que comenzaba a sentir que me asfixiaba, entre tanta oscuridad.

Caminé a paso lento hacía la cocina, aun dudoso de si volver a mi habitación o no. Al entrar ahí, pude ver a Taeyang, quien seguía el ritmo de una canción que se escuchaba desde el televisor.

— ¡TOP! ¿Y ese milagro? Creí que ya estabas dormido. —Parecía que se estaba preparando algo de comer, sus pasos no se detenían, siempre bailando.

Quizá debía comer algo yo también, esperaba que sólo fuera hambre aquella molestia.

—Me ha dado hambre. —Me limité a decir. — ¿Qué hacen despiertos a esta hora? Ya falta un cuarto para las doce. —Dije mirando el reloj que había en la cocina.

—Por favor, TOP, no todos aquí tenemos esa rara costumbre tuya de dormir a las diez de la noche. —El tono de Bae era con burla, lo sabía, disfrutaba reírse de mis hábitos de vida, pero para mí eran buenos, no sufría de cansancio y lucía joven, aunque no era como si no lo fuera. 

— ¡Aun no termina el dorama que vemos! —Esta vez gritó Seung Ri desde el sofá frente al televisor.

— ¿Dorama?... Creí que eso era sólo para colegialas adolescentes. —Dije sin mucho intereses, quizá sí debía volver a mi habitación, esos dos terminaban siempre irritándome. 

Hace muchos años que no veía algo como eso…mi hermana solía verlos…pero ya no más.

— ¿Colegialas? ¡Oppa, ven a ver! —Cuando me percaté ya era arrastrado por Ri hacia el sofá, obligándome a sentarme, a pesar de que no me lo esperaba no repliqué en lo absoluto, no tenía caso. 

—Aquí tienes, TOP. —Taeyang me extendió un tazón con helado.

Me negaría…pero tenía cierta debilidad por ese aperitivo, así que lo tomé un poco apenado. Los tres nos concentramos en el televisor, yo no tanto por interés, sino que quería distraerme, ya que últimamente ya no era yo, todo estaba cambiando, quizá sólo era estrés.

Era la típica historia en donde la chica nueva del instituto logra captar la atención del chico más popular y rebelde del ahí, enamorándose de su timidez e inocencia. Todo un cliché.

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