Flor de dragón

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/Narra Hipo/
  Por lo general no hay nada nuevo en Berk, y cuando lo Hay, la gente tiende a volverse loca.

  Era un día tranquilo y normal hasta que llegó el Mercader Johan.

  Antes de ir al muelle, estaba con Tormenta y la estaba dibujando hasta que se me terminó la tinta. Mis padres fueron a buscar al Mercader luego de escuchar que venía para acá. Decidí seguirlos y ver si Johan tenía tinta.

  Llegué y muchos estaban buscando con alegría cosas de Johan, yo sólo buscaba lo que necesitaba.

  Astrid y los demás estaban buscando cosas. En eso vi a Chimuelo y lo acaricié mientras él me ronroneaba.

  Conseguí mi tinta e hice un trato con Johan. Luego de ver a Mildew y un incidente con Johan y un Terror, Chimuelo amenazó al Mercader. Tuve que calmarlo y pedirle mis disculpas. En eso, pude escuchar al jefe y a su hija hablar. Me sorprendió el hecho de que haya nombrado a su dragón. Dijo que se llamaba Thornado, se montó en él y se fue.

  Más tarde, ese día, estábamos en la Academia y los gemelos llevaron una escultura de piedra e hicieron que sus dragones dispararan. Todos los dragones le siguieron el juego, menos Chimuelo. Él estornudó una bola de plasma y lo hizo varias veces más. Al volar, estaba inestable y cayó junto a Astrid. Tormenta y yo bajamos y tratamos de ver que estaba pasando.

Astrid: Chimuelo no parece estar bien.

Hipo: Eso puedo verlo.

Astrid: ¿Qué está pasando?

  Sin saber que hacer, llamamos a Bocón y trató sin éxito darle un caldo a mi dragón. Luego de que eso no funcionara, vimos como otros dragones comenzaban a ponerse mal.

  Tuvimos que llamar a Gothi. Ella revisó a Chimuelo y comenzó a escribir en el suelo.

Bocón: *Traduciendo* Parece que están enfermos. Esto es causado por un... ¿Alce con botas?

  Gothi golpeó a mi maestro y tuve que intervenir.

Hipo: Bocón, muévete por favor. *Traduciendo* Parece que algo nuevo está enfermando a los dragones. Si no lo sacamos pronto, esto empeorará.

  Tuvimos que pedirle a todos lo vikingos que echarán todas sus cosas a un pozo y lo enterramos.

Astrid: Bocón, yo te vi comprarle algo a Johan. Era tela.

Bocón: Si, pero no puedo sacarmelo. Son mis calzones nuevos y se sienten geniales.

Astrid: Bocón.

Bocón: Esta bien.

  Bocón fue tras una piedra y se sacó sus calzones y los tiro al pozo.

/Narra el autor/
  Las cosas no dejaban de empeorar. Los dragones seguían enfermando y los chicos tenían que calmarlos.

  En ese momento, llegó Estoico y trató de ayudar a los jóvenes con su problema al ver lo triste que estaban. Astrid le comento acerca de la situación y lo entendió. Poco después, Thornado comenzó a enfermar y todos decidieron ir al lugar se origen. Poco después notaron unas flores extrañas y descubrieron que fue Mildew quien los plantó. Patapez reveló que estas flores eran tóxicas para los dragones.

  Patapez fue a buscar su libro de botánica para ver como podrían ayudar a los dragones mientras que Astrid y Estoico regañaron al anciano.

  Patapez descubrió que el Escaldaron era un dragón que podía consumir está planta. Se creía que si tenía un veneno, se podría hacer un antídoto para los dragones.

Patapez: ¡Este dragón no tiene veneno!

Bocon: *Interrumpiendo* Eso no es cierto. Vi a un Nadder explotar el ojo de un guerrero con una de sus espinas como si fuera una uva. Vi mi mano ser devorado por un Pesadilla Monstruosa. Y Vi a ese dragón muy de cerca. No tiene razón ni empatía, pero si tiene veneno.

Astrid: Ok, ya sabemos que hacer.

  La chica fue a la casa de los Hofferson y acarició a la dragona con pesar.

  En el barco, todos estaban preparados para partir. Llevaron a rastras a un anciano y lo arrojaron allí.

  Todo el grupo zarpó y en este grupo habían unos vikingos adultos, Mildew, Bocón, Estoico y Astrid. Buscaron por el mar al dragón y lo atrajeron con las flores.

Mildew: *Enojado* No entiendo porque estoy aquí. Hice mi parte del trato.

Estoico: ¡Cállate Mildew! Si todos debemos arriesgar nuestras vidas, tu también.

  El dragón comenzó a aparecer y trató de subirse al barco por su alimento. Causó mucho daño, golpeó a algunos vikingos, y luego de mucho esfuerzo, Astrid, Estoico y Bocón, lograron inmovilizarlo por un tiempo. La bestia se zafo siguió atacando hasta que que vio al anciano correr con una flor en su trasero.

  Astrid quería obtener el veneno, pero la bestia dirigió su atención al anciano cascarrabias y lo mordió con veneno y todo. Luego escapó y se hundió en lo profundo.

Estoico: *Frustrado* No pudimos conseguir el veneno.

Astrid: *Feliz* De hecho, si lo conseguimos.

Mildew: *Agonizante* Por favor, saquenme este veneno.

  Todos volvieron a Berk y los chicos escuchaban como el viejo gritaba de agonía mientras Bocón le metía un objeto por el trasero y le quitó todo el veneno al mismo tiempo que gritaba.

  El herrero salió algo traumatizado y le dio el veneno a la heredera mientras se iba al bosque a gritar de terror.

Astrid: Esto ayudará a nuestros dragones.

  Antes de poder hacer algo, el joven Hofferson le quitó el recipiente con veneno.

Hipo: Graciasss. A menos que sepas sintetizar un veneno, no puedo dejar que tengas esto.

Patán: ¿Y tú? ¿Sabes sintetizar veneno?

Hipo: Soy asistente de Gothi, de Bocón, Sven, Cubeta y Abono. Obviamente se sintetizar veneno.

  El joven sintetizó el veneno y se lo dio a todos en Berk para que curaran a sus dragones. Al día siguiente, todos los dragones mejoraron.

  A la Mañana, Hipo estaba dibujando nuevamente en su libreta a Tormenta en el mismo lugar de aquella vez. En ese momento llegó Astrid con Chimuelo y se quedó a su lado. Ella jugó con Tormenta e Hipo con Chimuelo. Ese fue un alegre día.

CEATD (Otra Realidad) SerieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora