🌪️El tornado de las dudas🌪️

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Vanessa corría por un oscuro bosque

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Vanessa corría por un oscuro bosque. No veía lo que estaba a su alrededor, sólo estaba concentrada en huir de lo que sea que estaba huyendo. Por alguna extraña razón vestía ropas antiguas y tenía sangre en las manos.

Ella estaba asustada, muy asustada, de sí misma, de lo que había hecho y de lo que sea que la perseguía.

Sin querer de sus labios salía un nombre.

No sabía qué nombre era.

Pero, el narrador y los que leen esta historia lo saben perfectamente.

Ella llamaba a Aleksander II Kalas.

La chica pelinegra, de repente, se encontró vestida con ropas normales, es decir, de su época. Sus manos ya no estaban ensangrentadas, ni estaba asustada.

Lo que sea que estaba pisando era del color del cielo, sin esperarlo, se encontraba en un lugar de ensueño.

Ella sabía cuál aquel ese lugar; el salar Uyuni, primer destino de su viaje para repartir las cenizas de Elián.

Al ver tal hermosura lloró, lo que tanto había deseado ver con su segundo tutor legal estaba al fin frente a sus ojos.

Sin embargo, tal fue su desilusión cuando despertó que no habló en todo el día de viaje. Aunque, sus esperanzas estaban aún activas en el fondo de su corazón.

Isaac no podía ver la hora para llegar al Bolivia.

Hace mucho tiempo que estaban en Perú, ya ellos deberían haber llegado al menos a suelo boliviano. Él no podía creer lo grande que era el mundo en el que vivían, ya que uno al viajar en avión no mide verdaderamente las distancias, todo el viaje es demasiado rápido y poco monótono.

No es como estar semanas y semanas en un auto, pasando pueblos, evitando las ciudades principales para ser más rápidos, solo con sus compañeros de viaje.

Él sabía que en aquel viaje algo tenía que cambiar.

Lo presentía, pero, no podía sentir el qué iba a cambiar de su vida.

Aleksander no dejaba de mirar a Vanessa y de preocuparse por ella.

El día de ayer no había pronunciado palabra.

Se le veía enojada, furiosa.

Él, que la amaba desde hace ya mucho tiempo, se conocía cada uno de sus estados de humor, sus facetas y procuraba tratarla siempre como se lo merecía, aún en aquellos días en los que no podía ni con su alma.

Enrique se lavaba la cara en el baño de su casa y no se reconocía.

¿Dónde estaba aquel chico soñador y enamorado?

¿Dónde se había ido?

Las arrugas que tenía por los años, las canas.

El arrepentimiento.

El dolor de amarte | ✔️ EFECTOS DE AMARTE 1#Onde histórias criam vida. Descubra agora