33. Hasta que nos volvamos a encontrar. Terminada

Página doce

Louis estaba por salir de la habitación cuando unos pequeños toques en la puerta lo alertaron.

—¿Quién será?, Liam tiene llave y además me dijo que estaría toda la tarde fuera—se preguntó mientras caminaba hacia la puerta.

Finalmente abrió encontrándose con un ojiverde lleno de angustia, con sus ojos llorosos y temblando.

—¿Harry amor?, ¿Qué ocurr...

—¡Louis!—exclamó el rizado lanzándose a sus brazos sin dar tregua al ojiazul.

—Hey...hey tranquilo, estoy aquí.

El rizado no paraba de sollozar sobre el hombro de su recién encontrada alma gemela.

Louis cerró la puerta y le acarició su linda y larga cabellera.

—Shsss venga vamos amor, calmate, ¿Qué puede ser tan grave para que estés así?

—Es que...es que...

—¿Qué amor?, ¿Qué te sucede?.

Harry se separó de Louis y secando sus lágrimas se sentó en la cama de este.

—Es terrible... mi madre...a mi madre la han ascendido en el trabajo y destinado a otra sucursal.

El ojiazul frunció el ceño confuso.

—¿Y eso qué, amor?, supongo que será una gran oportunidad para ell...

El ojiverde negó mirándolo desesperadamente.

—¿No lo entiendes?, debemos mudarnos, tendré que irme a nueva York con mi madre y mi hermana.

Louis pegó un pequeño salto hacía atrás.

—¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Por qué?, ¿Y nosotros?

El ojiverde rompió a llorar nuevamente.

—Yo no quiero dejarte, no ahora que nos hemos encontrado al fin.

El ojiazul caminó de un lado a otro con nerviosismo.

—No...no...no...esto no puede ser, tenemos que impedirlo.

El ojiverde chasqueó la lengua con desgana.

—No hay nada que hacer, mi madre no puede permitirse pagarnos la Universidad y un lugar donde quedarnos, además de el alquiler de la casa de Nueva York, es mucho dinero.

—Oh Hazza es terrible, ¿Qué vamos a hacer ahora?.

El rizado se levantó y abrazó nuevamente al ojiazul.

—Lo siento pero nuevamente tendremos que separarnos, al parecer nuestro destino no es el permanecer juntos.