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6mil palabras, me excedí muchísimo pero espero que lo disfruten.

Este capítulo se lo dedico a mis reales, mis amigas FBI girlsunflower9 adbg19 Gabrielacheecks 

LEAN LA NOTA AL FINAL, GRACIAS

Tuviste aquella conversación con Derek una tarde en la cómoda sala de tu casa en la que no estuve presente y de la que sólo te limitaste a comentarme que, número uno: efectivamente tu medio hermano consumía drogas y lo que había hurtado lo utilizó...

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Tuviste aquella conversación con Derek una tarde en la cómoda sala de tu casa en la que no estuve presente y de la que sólo te limitaste a comentarme que, número uno: efectivamente tu medio hermano consumía drogas y lo que había hurtado lo utilizó como forma de pago, ya que su madre aún maneja su dinero, cuentas bancarias y toda la herencia que su padre le había dejado; número dos: estaba verdaderamente apenado por todo lo que había ocurrido y aceptaría aquella ayuda que le estabas ofreciendo. Supuestamente tú, él quería cambiar y salir de ese mundo ilícito al que había comenzado a adentrarse, iba a volver a la escuela y a dejar de frecuentar ciertos lugares y personas. Te prometió que no necesitaba ir a psicoterapia en lo absoluto y tú confiaste.

Yo por supuesto que no creía nada aunque no quise contradecirte, estabas cansándote de ese tema –eso me dijiste– y ya querías dejarlo por la paz confiando en tu hermano. Era evidente que algo habíamos visto todos en Derek que tú no, estabas cegado con esa venda en los ojos llamada amor fraternal incondicional.

Pero jamás podré culparte a ti cuando fuiste la principal víctima en todo esto. Tú solo fuiste demasiado buena persona, guiado por principios y amor puro y solidario.

Aunque fue un real y verdadero trayecto hasta el final, puedo decir que en nuestra atmósfera abundó mucha tranquilidad, amor y felicidad. Y por favor, créeme totalmente cuando te digo que son los recuerdos que, aunque más dolieron en su tiempo, más atesoro en mi mente, en mi corazón y en mi alma.

Tu cumpleaños número diecinueve sé que lo recuerdas; por mi mente había cruzado la idea de hacerte una fiesta sorpresa, lo había hablado con Lila y Saory y estuvieron encantadas de ayudar, pero una tarde me dijiste que tú, amante de las fiestas y el alcohol, no querías hacer nada en lo absoluto, que simplemente deseabas pasar todo tu día en santa paz con las personas más imprescindibles en tu vida.

Cayó día domingo, el sábado por la tarde me pediste que me quedara contigo hasta el día siguiente. Lauren preparó unas hamburguesas y cenamos los cuatro antes de que ella se marchara a cubrir el turno nocturno en el hospital, como todos los fines de semana. Lucy había exigido no ir con su padre aquella vez  y me ayudó a preparar palomitas de maíz para nosotras, ya que a ti no te gustaban. Tú conseguiste algunas bolsas de fritura y estuvimos viendo Lilo y Stitch hasta que la niña se durmió y cambiaste a Los Simpson cuando la llevaste en brazos a su habitación.

En ningún momento le dimos total atención al episodio ni al televisor, estuvimos conversando de tantas cosas que algunas las recuerdo claramente y otras no. Tú habías estado sentado contra el espaldar de madera de tu cama, y yo había hecho una bola con tus sábanas –porque por lo general nunca estuvo ordenada– y me recosté de ella, permaneciendo medio sentada y medio acostada, con el bol de palomitas sobre el estómago. Charlamos sobre un montón de personas, sobre la universidad y la exposición de arte al que uno de tus profesores te había invitado y sería en los próximos días.

Lo que nunca te dije, crush © [PRIMER BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora