—¿Que sucede –pregunto Johann mientras íbamos al estacionamiento.
Habíamos tenido una día larga, por lo menos yo. Después del taller de música no había vuelto a tener oportunidad de hablar con la nueva, así que lo deje pasar y me reuní con los chicos. En el camino quedé con la chica de está semana. Al parecer la nueva será la de la siguiente semana, para mí suerte todavía hay chicas que no le temen a Matu y sus amenazas.
—Nada –afirme concentrada por su pregunta —¿Porque lo dices?
—Tienes cara de estar concentrada y molesta por algo –aseguro Sebas mientras dejaba salir el humo del cigarro.
Solté una sonora carcajada
—Es los que Matu me revienta –mentí.
El recuerdo de mi madre me había estado persiguiendo desde la clase de baile con Poché —No sé cómo pude ser capaz de relacionarme con ella –dije.En ese momento Matu pasó por el estacionamiento, se volteo y a pesar de todo me saludo agitando la mano derecha. Y en ese preciso instante una brisa sopló levantándole la falda
—Esta bien tengo una breve noción del porqué –termine aceptado al ver sus piernas.
—Me das asco, amiga –dijo Johann —Tu no descriminas a ninguna –me acusó y yo absorbí un poco de mi cigarro
—Es la envidia la que te hace hablar –le afirme.
—No –intervinio Sebas. —Esta ves tengo que estar de acuerdo con Johann, no conoces de límites Calle. Uno de estos días alguien te dará una lección –dijo como abuelito. Yo solo rodé los ojos y lo dejé pasar.
—Pero mientras tanto, feliz con mis conquistas –repuse con una sonrisa de autosuficiencia.
—¿En verdad lo eres? –pregunto Johann con cara de preocupación y alzando una ceja.
—Por supuesto –afirmé —¿Acaso tú no lo eres? –le devolví la pregunta. Él solo se encogió de hombros.
—Ciertamente, me gustaría estabilizarme un poco –confeso y yo no pude más que quedarme callada. —Es cierto –le siguió Sebas —Esto ya empieza aburrirme –confeso escogiéndose de hombros. Tragué saliva.
—¿Bromean cierto? –dije con temor a perder a mis amigos y ellos solamente soltaron una sonrisita maquiavélico —¡Son unos idiotas! –les dije —¡Debiste a ver visto tu cara! –exclamo Johann en medio de una sonara carcajada.
Pero mi mirada se distrajo al ver a mi nueva compañera cruzo el estacionamiento. La mire bien, ella se subió a un auto plateado del cuál no pude ver el conductor. Pero no tardé en reconocerlo el vehículo. Tan seguro como que el cielo es azul estoy segura que ese auto es de Mario Ruiz. El tipo que cursa la carrera de arquitectura.—Mejor aún deberías ver tu cara de ahora –demando Sebas —Te has puesto morada deberías, respirar con más naturalidad. Te recomiendo yoga –solo gruñí.
—¿No te gusta que se te adelanten, no? –dijo Johann mirando el auto que yo miraba.
—No –gruñí una vez más sintiéndome descubierta por mis amigos. Luego absorbí un poco más del cigarro y lo arrojé. Me monté en la moto. —Pero igual tengo a muchas otras esperando.
—¡Así se habla! –exclamo Johann contento.
—Me agradas cuando eres así de optimista –declaró Sebas. Ellos también subieron a sus vehículos y salimos del estacionamiento.Está noche decidimos salir al bar de siempre. Aunque Sebas se puso renuente al principio por el hecho de que mañana teníamos clases. Eran cerca de las 11:30 p.m. yo aún quería tomarme unos tragos más y seguir jugando al pool con Johann estaba por mandarnos a casa en cualquier momento. El ambiente cargado del lugar, el metal fuerte sonando por alguna de las bocinas que servían de aspecto decadente, y los hombres rudos, que se había hecho así a base de golpes y desilusiones de la vida. El lugar lleno de humo de cigarrillo y la mesera suficientemente guapa pero demasiado inteligente como para tomar en serio a alguna de los para es que frecuente este bar... ¡Aaagh este definitivamente era mi hogar! Estábamos en medio de un partido de pool los chicos y yo cuando de la nada aparece Ruiz seguido por el chico... Mmm Paisa creo que se llama. Universidad pequeña infierno grande. Parecía como si hubiesen Sido sacados de una lavadora, demasiado acicalados como para encajar en un lugar como este y sin embargo trataban de actuar con naturalidad en un ambiente completamente ajeno a ellos... eran más falsos que una obra escolar de niños de preescolar.
—¿Una competencia? –pregunto Ruiz. ¿Cómo lo conozco? Ya lo dije, Universidad pequeña... infierno grande. Le sonreí.
—Por supuesto, solo di cuánto deseas perder –dije.
—Mil dólares –soltó rápidamente.
—¿Seguro que sabes jugar al pool? –le pregunté con sarcasmo.
—Deja de jugar y elige a un compañero –pidió.
—Jugaré con Johann –dije y mi amigo dió un paso al frente.
—Paisa –dijo él y su amigo salió de entre la gente con un trago entre las manos. Al parecer estaba sorprendido de verse envuelto en esta pequeña partida pero al mismo tiempo satisfecho... emocionado por la competencia.
—Al parecer hace mucho que no juegas –se burló Ruiz.
Ellos estaban jugando mejor de lo que pensé. Al final solo me quedó llegar a dos conclusiones: ¿O ellos son demasiado buenos o nosotros estábamos distraídos esta noche? Me quedó con la segunda.
—¿Quieres hacer algo de vandalismo con sus autos, esta noche? –me preguntó Sebas en un susurro sin que nadie excepto Johann se percatara. Sonreí por lo bajo.
—Ganare está partida –dije autosuficiente a Sebas. Me toca a mí, era el último tiro, el decisivo para ganar. Una ángulo difícil, necesito darle 4 veces a la mesa para que la bola blanca vaya en la dirección correcta para meter la última en el hoyo. Difícil... pero no imposible.
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"Steal My Girl" #Caché (Adaptación)
FanfictionEsta Historia es una Adaptacion Esta historia es de @BlancoStylesHoran