Todo lo que quiero.

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21 de noviembre de 2019.


LOUIS. 

Todas la noches dormía en el sofá, esperando que en cualquier momento Harry entrara por esa puerta y finalmente todo fuera como antes. Pero no era así, once días esperando cualquier señal de su parte, y simplemente no sucedía. Sé que cometí un error al tratarlo de esa manera, era yo quien debía buscarlo a él. 

Me levanto del sofá para ir a la cocina, específicamente al refrigerador, donde se encontraba escrito el número de Niall en un post-it. Harry dijo que pasaría unos días con él, y la única manera de encontrar a Harry es ir a buscarlo personalmente y acabar con todo esto. Tecleo el número en mi teléfono esperando que contestara. 

— ¿Quién es? —pregunta el chico del otro lado de la línea.

— ¿Niall? —pregunto de vuelta, esperando que sea el teléfono correcto. 

—Soy yo, espera un segundo, ¿Louis? —la intriga se filtra en su tono de voz, supongo que no esperaba que lo llamara—. Si estás buscando a Harry, creo que debiste llamarlo a él.

—Lo he llamado cientos de veces, pero ni siquiera entran mis llamadas, y creo que lo mejor es hablarlo de frente. Sé que está viviendo contigo... Niall, necesito verlo, ¿puedes darme tu dirección? Por favor...

Toma una bocanada de aire y suspira, pero finalmente me da su dirección. Finalizo la llamada y me apresuro a salir del departamento para ir en busca de Harry, arreglaría este desastre de una vez por todas. Tenía un poco de tiempo para pensar que iba a decirle, de qué manera iba a recuperar lo nuestro. 

He estado despierto todas las noches desde que Harry se fue, repasando lo que he dicho y pensando porqué le he mentido de esa manera. He creado varias disculpas, con palabras que me hubiese gustado decirle aquella noche, la verdad. Pero no estoy seguro de como decirlo correctamente.

Todo el camino me mantuve impaciente, repitiendo en mi cabeza el pequeño discurso que tenía preparado para Harry, no era el mejor de los discursos, pero de verdad esperaba que funcionara. El trayecto es más corto de lo que pensaba y conseguir la dirección de Niall fue más sencillo de lo que creí. 

Aquí estaba, frente al edificio, apretando con fuerza el volante del auto, gracias a los nervios que me consumían por dentro. Estaciono el auto cruzando la calle y suelto un largo suspiro antes de abandonar el vehículo. Repaso una y otra vez las palabras en mi cabeza, mentalizándome para lo que estoy por hacer, pues no quiero perder a Harry, jamás me lo perdonaría.

Antes de siquiera cruzar la calle, me detengo en seco en el momento en que Harry sale del edificio, radiante y sonriente como es de costumbre. En ese momento me doy cuenta que con él, aprendí a sentir la emoción por ver a alguien. Mi corazón golpea duramente contra mi pecho, como si quisiera escaparse hacia aquel chico de ojos verdes al otro lado de la calle. 

Me siento listo para finalmente afrontar lo que realmente siento por él, y por primera vez dejar de ocultar mis sentimientos, por algo tan estúpido como el miedo. Había lastimado demasiado a Harry, y lo extrañaba tanto que era necesario arreglar todo el mal entendido que creé entre nosotros.

Antes de dar otro paso, un sujeto sale del edificio alcanzando a Harry. Cuando está cerca de él, el más alto toma a Harry de la mano, no sin antes dejar un corto beso en sobre sus labios. Ambos charlan animadamente soltando risas mientras entran al auto frente a ellos. Mi estomago da un vuelco y siento una presión en el pecho. 

Supongo que ese era Elliot. No lo conocía, pero definitivamente lo odiaba. Pero no por las razones obvias, lo odiaba por ser más listo que yo, por valorar a una persona como Harry y saber apreciar una oportunidad cuando se le presenta. Prácticamente lo había arrojado a los brazos de ese sujeto, y no era lo que Harry merecía, de eso estoy seguro. 

I'll be there for you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora