Capítulo 1

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Daniel bajó las escaleras corriendo, con su mochila al hombro y la zapatillas en La mano derecha, fue a la cocina y cogio del refrigerador la leche.

Su padre le grito desde arriba aún le preocupaba que su niñito se fuera a lastimar al bajar con tanta velocidad las escaleras.

—¡Daniel Doblas! —le gritó denuevo —¿cuántas veces te he dicho que no bajes las escaleras así? —

—muchas papi, pero tengo que ir al colegio —hizo un puchero y Rubén sonrió.

—Dani, tu ñiñera vine por ti, tienes que esperar a que ella llegue a casa — se acerco a su hijo  y lo cargo entre brazos. Le miró sus lindos ojitos y sonrió ante la magnífica naturaleza de estos, uno verde y el otro morado, como de él y vegetta se tratarán. Arrugó un poco el entrecejo al recordar que hace un poco más de dos años había perdido a su alma gemela. Bajó a su hijo al escuchar el timbre sonar y el niñito corrió a la puerta y trató de abrirla, algo demasiado divertido ya que apenas y alcanzaba el pomo de la misma.

—¡hola! — el niño se tiró a los brazos de Alondra —¿ya nos vamos? — la chica que no pasaba de los 27 años sonrió con ternura al ver al pequeño niño, pero al instante de voltear para adentro de la casa se sonrojó al ver a Rubén en pijama, despeinado y sonriendo.

—que bien que llegas— su voz se arroncó —Daniel ya te esperaba — sonrió de lado y miró a su pequeño hijo, Alondra de pronto se puso demasiado nerviosa y empezó a sonrojarse más.

—si... Bueno ya me tengo que ir señor doblas — el castaño rodó los ojos.

—ya te dije que me llames rubius — la chica asintió rápidamente y luego dejo que Daniel se despidiera para poder tomar el tren en dirección a casa de luzu, ahora tenía que ir a recoger al pequeño Erick, hijo del alcalde y del jefe de policía de karmaland.

Rubén entró a su casa, prendió su televisor y miró las noticias de la mañana.

De nuevo alertaban sobre el más famoso ladrón que, llevaba más de un año operando en el pueblo de karmaland. Se decía que salía solo de noche y que cuando entraba a un gran comercio para sustraer objetos valiosos dejaba siimepre, una tarjeta con el ya tan conocido nombre lobo nocturno.

A Rubén no le gustaba para nada que aquel maldito anduviera en el pueblo y más, cerca de la guardería donde dejaba a su hijo todos los días así que decidió ponerse en marcha, haría de vigilante el día de hoy.

Se subió al tren que él mismo había construido y tan pronto llegó al pueblo un escalofrío le recorrió la espina dorsal, tenía un presentimiento de que descubriría algo. Saludo a los guardias y a los pueblerinos, llego por fin a donde deseaba pero antes de entrar vio a lo lejos una figura demasiado conocida para él.

Su respiración se aceleró y comenzó a transpirar, sus ojos se llenaron de lágrimas cuando lo vio acercándose a donde estaba, la smanos le sudaron y trago saliva cuando el susodicho  pasó junto a él.

vege—susurró.





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¿Y que tal?

Estoy demasiado emocionada con este primer capítulo, quería decirles que para aquellos que están leyendo tattoos together voy a pausar momentáneamente la historia.

Bueno dejen sus opiniones aquí.

Los quiero. Un beso. 🐥

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Volver (rubegetta) Where stories live. Discover now