Volver (rubegetta)

Capítulo 4

N. R:

Desperté por el fuerte dolor en mi cabeza, estaba sentado en el sofá de mi salón, me extrañe al instante.

Los recuerdos llegarón de golpe a mi cabeza y entristecí, llore porque estaba frustrado, no entendía nada de lo que pasaba.

Revise la hora. En menos de 39 minutos Daniel estaría de regreso. Me levante y trate de olvidar el episodio que había vivido.

Fui a la cocina a preparar hot-cakes por que a mi hijo le gustaban mucho. Mientras hacía la masa, mi mente viajo dos añor atrás en donde yo estaba recosatado sobre mi cama y luzu me llamaba. Recuerdo que no conteste a ninguna de sus llamadas ese mes, mi vida social y sentimental se vino abajo cuando me entere de que willy se haría cargo de todo.

Entonces como si un foco de idea se prendiera dentro de mí, llame a luzu inmediatamente.

—¡pero que maravilla! ¿Rubius llamándome? —se escucharon risas de auron al fondo.

—luzu... — mi voz salió más preocupada de lo normal —creo que descubrí algo— las manos empezaron a temblarme—¿mañana hablamos, vale? —colgué, no espere respuesta.

Seguí preparando la cena y cuando casi estuvo lista el timbre de la casa sonó.

Camine para abrirla, esperando encontrarme con mi pequeño, pero no fue así, en cambio Fargan estaba detrás de esta.

—hola rubius — sonrió —quería venir a decirte que la hermandad oscura saldrá hoy por la noche a ver si podemos atrapar al magnífico ladrón —me miró a los ojos y yo sonreí.

—si ¿a que hora? —me pasó un papel con la hora, el lugar de encuentro y las recomendaciones—vale gracias fargan— se dio media vuelta y se fue.

Antes de entrar, logré divisar a Daniel y Alondra en una de las vagonetas del tren. Espere paciente y cuando mi hijo me vio en la puerta sus ojitos brillaron y corrió a abrazarme.

—¿como te fue hoy pequeñín? — pellisque sutilmente su mejilla

—¡erick me dio un beso en la mejilla papi! — abrí los ojos en forma de sorpresa fingida, obviamente los dioses ya habían hablado conmigo sobre eso.

—señor — escuche a Alondra —¿ mañana también vengo oír dani o lo va a llevar usted? — agachó la mirada.

—lo llevó yo — Daniel corrió emocionado para dentro de la casa —pero nescecito dos cosas más — la chica levantó la vizta y me miró.

—¿que sucede señor doblas?.... Perdón... ¿Que sucede rubius? — tome su mejilla derecha y la acaricie con mi pulgar.

—¿puedes quedarte con dan est noche?tengo una sunto que resolver — la chica sonrió y asintió con la cabeza emocionada.

—¿cuál es la otra? — me acerque a su cara y ella se ruborizó— bésame — susurro, apenas  audible sus súplica, moje mis labios y eso hice.

La tomé de la cintura con ambas manos y ella enrredo las suyas en mi cuello...

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Fin del maraton.

UvU ¿¿les gustó??

Los quiero. Un beso. 🐥

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