II (editado)

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[...]

"𝙀𝙨𝙩𝙖 𝙢𝙖𝙣̃𝙖𝙣𝙖 𝙛𝙪𝙚 𝙚𝙣𝙘𝙤𝙣𝙩𝙧𝙖𝙙𝙤 𝙚𝙡 𝙘𝙪𝙚𝙧𝙥𝙤 𝙨𝙞𝙣 𝙫𝙞𝙙𝙖 𝙙𝙚 𝙃𝙚𝙞𝙙𝙚𝙧𝙣 𝙅𝙤𝙣𝙚𝙨; 𝙟𝙚𝙛𝙚 𝙙𝙚 𝙪𝙣𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙜𝙧𝙖𝙣𝙙𝙚𝙨 𝙘𝙖𝙧𝙩𝙚𝙡𝙚𝙨 𝙚𝙣 𝙏𝙚𝙭𝙖𝙨. 𝙐𝙣 𝙙𝙞𝙨𝙥𝙖𝙧𝙤 𝙚𝙣 𝙚𝙡 𝙘𝙚𝙧𝙚𝙗𝙧𝙤 𝙡𝙚 𝙥𝙧𝙤𝙫𝙤𝙘𝙤́ 𝙡𝙖 𝙢𝙪𝙚𝙧𝙩𝙚 𝙞𝙣𝙨𝙩𝙖𝙣𝙩𝙖́𝙣𝙚𝙖, 𝙡𝙖𝙨 𝙖𝙪𝙩𝙤𝙧𝙞𝙙𝙖𝙙𝙚𝙨 𝙖𝙪́𝙣 𝙣𝙤 𝙡𝙤𝙜𝙧𝙖 𝙖𝙫𝙚𝙧𝙞𝙜𝙪𝙖𝙧 𝙙𝙤́𝙣𝙙𝙚 𝙥𝙧𝙤𝙫𝙞𝙣𝙤 𝙡𝙖 𝙗𝙖𝙡𝙖 𝙨𝙞𝙣 𝙚𝙢𝙗𝙖𝙧𝙜𝙤 𝙣𝙤 𝙙𝙚𝙨𝙘𝙖𝙧𝙩𝙖𝙣 𝙦𝙪𝙚 𝙥𝙪𝙙𝙤 𝙝𝙖𝙗𝙚𝙧𝙨𝙚 𝙩𝙧𝙖𝙩𝙖𝙙𝙤 𝙙𝙚 𝙪𝙣 𝙖𝙟𝙪𝙨𝙩𝙚 𝙙𝙚 𝙘𝙪𝙚𝙣𝙩𝙖𝙨 𝙘𝙤𝙣 𝙤𝙩𝙧𝙤 𝙘𝙖𝙧𝙩𝙚𝙡 𝙧𝙞𝙫𝙖𝙡. "

Reportaban los periodistas en vivo por todos los noticieros de América, también transmitidos en algunas regiones de Europa; entre ellas Alemania.

En el despacho Bernstein, Rugal sonreía satisfecho mientras miraba las noticias. Iori había hecho su trabajo, una vez más había cumplido con él. Apagó el televisor cuando el noticiero cambió de sección, lo que le interesaba saber ya estaba hecho. Cogio el teléfono sobre su escritorio para llamar a Iori, quién aún se encontraba en Estados Unidos.

Al segundo resonar, Iori respondío la llamada.

—Está hecho, Rugal. —se anticipo a decir el francotirador antes que Rugal pudiera decir algo. —No hay evidencia que te señale ni me señale.

Rugal emitió una risa perversa.

—Lo sé, Yagami. Los medios televisivos acaban de confirmarlo, ¡Buen trabajo! —lo felicito—En estos momentos voy a transferir la paga acordada a tu cuenta bancaria. Es más, ¿Sabés qué? Agregaré una gratificación más a la cantidad negociada, lo tienes merecido.

—No es necesario, lo pactado es suficiente. —respondió con desinterés.

—Yagami, por favor. No seas modesto. —insistió—De cualquier manera lo haré.

—Debo colgar, hoy mismo regreso a Osaka, no puedo quedarme más tiempo en América. —respondió—Si vuelves a necesitarme, contactame. —agregó

—Quizás sí, Yagami. Y más pronto de lo que imaginas.

Aseguró con un dejo de malicia en la voz.

—Estamos en contacto. —consolidó Iori como su última respuesta.

—Estamos en contacto, Yagami.

Colgó.

[...]

Un mes después.

Había transcurrido solamente un mes desde la última vez que Iori había tenido enlace con Rugal, tan pronto de lo que espero volvió a ser solicitado por el alemán.

Sin hacerlo esperar demasiado tiempo, tomó el primer vuelo a Alemania que encontró. Al llegar fue directamente buscándolo. La gente del alemán ya lo conocía, sin interferencias de por medio Iori podía entrar y salir cuantas veces quisiera de ese lugar. Finalmente estaba ahí, de nueva cuenta frente a Rugal Bernstein.

—Hazlo breve, ¿Quién es? —inquirió Iori sin rodeos.

Sin tomarse el tiempo de ocupar un asiento, fue directo a lo que le concernia.

—Demasiado directo, Yagami. —respondió Bernstein con una sonrisa vacilante mientras se reacomodaba en el asiento de su escritorio.— Me gusta. —reconoció.—Bien, antes dejemos en claro una situación, esta encomienda es diferente anteriores ocasiones... y a lo que estas acostumbrado hacer. Es una "misión especial" —enfatizó—Pude haber encomendado este trabajo a otro, sin embargo ninguna de mis otras opciones me parecieron adecuadas para esto. Por ahora eres el único que considero que puede hacerlo...

Francotirador (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora