Mi tormento no acababa ahí.
Hace más de un mes había llegado una amiga de mi mamá, ella era como mi segunda madre, la apreciaba demaciado.
Le brindamos un lugar para que se hospedará, le dimos comida para ella y sus hijas, le brindamos apoyo incondicional, y aún así nos falló.
Cuando ella llegó, no se si lo imaginé o si lo creé; a mis pensamientos vino una imagen bastante peculiar; ella estaba con mi papá. Casi todos los días imaginaba lo mismo, pero era algo involuntario.
Después de lo que ocurrió en el colegio me enfermé, tenía dolores de cabeza insoportables, fiebre y en ocasiones vomito, aún así, no me negué en ayudar.
KAMU SEDANG MEMBACA
TEXTOS PERDIDOS (Editando)
Short StoryEscribiré esto por qué tengo la seguridad de que tú no tienes la mínima idea sobre esta plataforma, y si en algún momento te enteras de ella, tendrías que navegar en miles de historias y perfiles, y aún así, nunca me encontrarás.
