1

7 0 0
                                    

Estaba pensando en la oportunidad de volverlo a ver. Me sorprendí ante esto porque no recordaba cómo se sentía, pero ahí estaba yo, lavando los platos por tercera vez consecutiva, solo para volverlo a ver.

A nuestras casas la divide una cerca y desde mi cocina puedo ver la suya. A veces cuento con suerte porque detiene su trabajo baja en busca de agua o un bocadillo. Mi mamá ha empezado a preguntar por qué ando tan amable ayudándole a preparar las comidas, pero realmente no lo estoy haciendo. Solo corto las cebollas en piloto automático.

Ya casi he terminado de lavar este cuchillo por quinta vez, pero aún no lo veo. En cambio advierto la presencia de un contoneo singular sobre cuatro patas. Es su gato negro que desfila por la acera como avisando que algo va a pasar. Entonces lo veo.

El gato negro de la suerteWhere stories live. Discover now