Capítulo 28.

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Usó un cinturón y la bonita lámpara que colgaba en la sala

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Usó un cinturón y la bonita lámpara que colgaba en la sala. Ella sabía que debía dar un show, todo fue su idea por lo que quitarse la vida no era un sacrificio en sí.

Le llegaron nuevas oportunidades. Un amor, su anhelado príncipe azul, tuvo una nueva oportunidad para vivir, pero ella sabía que no podía seguir. Lo vi en sus ojos cuando nos reunimos en Seattle.

Cuando Colton llamó a la policía estos llegaron en diez minutos a la casa de Ronnie. La encontraron con los ojos abiertos, sin vida, colgando de su cinturón que estaba atado fuertemente en la lámpara de la sala y alrededor de ella todas las pruebas incriminatorias hacia Víctor. No solo la pedofilia, miles de fotos de él con otras mujeres, papeles que certifican que él era el dueño de más de treinta prostíbulos ilegales alrededor en el país y fotografías que lo implicaban en la compra y venta de mujeres.

Yo estaba entre las fotografías. No Stella, la vieja Berry con moretones en el cuerpo y las lágrimas corriendo sobre sus mejillas.

Todo esto sucedió la primera semana de Diciembre. Específicamente el seis de este mes Víctor Williams fue detenido en su oficina de la emisora.

Las habladurías no se hicieron esperar, todos los periódicos solo nombraban a Víctor Williams como un posible violador, proxeneta y pedófilo. Un hombre que daba confianza, pero que en el fondo era un monstruo.

Para el diez de diciembre tuve que testificar frente al juez. Tuve que contar cada pedazo de mi historia. El cómo llegué a El Cóctel, como él me reclamó como suya, como me hizo sufrir cada día y como, gracias a una chica que hoy ya no estaba con nosotros pude escapar.

—Sin ella yo no estaría aquí hoy. Sin ella, tú seguirías libre—Esas últimas palabras se las dije a Víctor mirándolo a los ojos.

Por los múltiples contactos que Víctor tenía estaba teniendo casa por cárcel. Me enfurecí al saber eso, él debía estar tras las rejas, no en la comodidad de su casa.

El doce de diciembre era el penúltimo día de juicio. Víctor se encontraba sonriente al lado de su amplio equipo de abogados, cosa que tenía mis nervios a flor de piel.

Todo debía salir bien. Era lo que me repetía una y otra vez mientras tomaba la mano de Blake.

Una mujer habló a favor de Víctor, y la conocía bien. Era Orange, una de las tantas Orange de El coctel. En su momento me tenía envidia por no ser parte del selecto grupo de preferidas de Víctor.

Habló maravillas de él, incluso habló mal de Apple y de mí.

Orange ayudó a Víctor... Y ya yo no sabía cómo terminaría esta historia.

Hasta que llegó el quince de diciembre. La mañana de ese día Colton me había afirmado que el alfil finalmente daría su golpe y que debía estar preparada, porque no sería fácil volver a verla.

Contra el aire | Al aire #2Where stories live. Discover now