Toda mi vida [Dip/South Park] (Terminada)

Golpear, solo eso saben hacer.

La luz de la luna alumbraba los dos cuerpos entre las sabanas, Damien daba pequeños besos y mordiscos al cuello de Phillip, éste solo jadeaba un poco, no es que no le gustara, pero no se sentía preparado para hacer eso.

– N-No estoy listo...– Dice el chico mientras se le veía sus ojos brillozos, llenos de placer y deseo, se dió vuelta para así poder ver esos ojos carmesí que lo tenían encantado.– Hazme tuyo, D-Damien.– El último nombrado lo miró con deseo, una mirada pícara se formó en sus labios, esas palabras bastaban para excitar al mas alto.

Se le subió encima mientras daba unos besos apasionados en los labios del rubio, éste solo paró de besarlo, lo echó a un lado y se bajó a la altura de su entrepierna, bajandole los pantalones.

– ¿Puedo? – Preguntó el británico mientras señalaba el miembro.

– Eso no se pregunta, se hace y ya.– Respondió el demonio con excitación.

Introdujo el aparato reproductor de su contrario en la boca, éste solo agarro la cabeza del mas bajo, la cual hacía un vaivén, movimientos perfectos estaban siendo presentes en el miembro del mas alto. Al momento de venirse todo paró, el chico volvió a su lugar original en la cama, siendo rodeado por los brazos del azabache.

– Podríamos haber disfrutado los dos si me dejabas a mi la situación.– Dijo el mas alto, por lo que Phillip solo lo vió.

– Ya déjame en paz y duermete de una vez.– Obligó el mas bajo mientras le daba un pequeño golpe en el pecho a su contrario, este solo le dio una leve sonrisa ladina y besó su cabeza suavemente.

– Eres un idiota.

No tardaron en quedarse dormidos, Damien estaba experimentando cosas nuevas, pues él ha tenido presas sexuales, y no era de quedarse con ésta en la misma cama, no sentía la necesidad de irse, quería quedarse así para siempre, que nadie los separara nunca.

☆

El día siguiente transcurrió normal, miradas, risas, burlas, pero a Pip no le importó nunca eso, y menos ahora, que tenía al chico de sus sueños como pareja, a la hora del receso, se habían sentado en una banca, Phillip estaba recostado sobre el hombro de su ahora novio, le contaba de las cosas que hacía antes de entrar a esa escuela en Estados Unidos, Damien solo escuchaba la dulce voz del rubio la cual lo tenía idiotizado. La clase también fue igual que siempre, hablaban desde sus pensamientos, era algo que ya les era de costumbre.

Era hora de irse y el grupo de Stan no se rendía, querían pegarles pero no podían, siempre pasaba lo mismo, Damien se salía con la suya, pero esta vez no se iba a escapar, tenían saleros en sus manos, ¿Para? Pues, después de mucho leer, descubrieron que sí a un demonio lo encierras en sal, no podrá salir, Cartman agarró a Pip para que se soltase de Damien, y así no se puedan ir juntos, los demás aprovecharon de que estaba distraído, y le hicieron el círculo de sal, Kenny no quería hacerlo, pero era eso o ser burlado como ellos. Fuertes gritos de ayuda se escuchaban por parte de Pip, daban escalofríos, ya que él sabía que lo iban a hacer pedazos.

Lo tiraron al piso, el demonio solo golpeaba ese pequeño domo que se le había formado al rededor, los cuatro chicos solo pateaban al chico en el piso, no paraban, Damien pedía que lo soltaran, por primera vez experimentó el miedo miedo dolor, gotas saladas salían de sus ojos y bajaban hasta sus mejillas,  se escuchó a alguien tosiendo, era Pip, ya habían hecho que saliera sangre de su boca, se fueron del lugar dejando a todos mirando al chico, miradas burlonas observaban a los dos chicos, se quedó en el piso un rato mas, llorando y preguntadose "¿Que hice mal? ¿Porque me odian?".

Todos se habían ido de la puerta del colegio, ellos seguían ahí, Phillip se arrastró hasta el círculo de sal y empezó a correrla, dejando un espacio espacios que Damien pudiera salir, le dolía todo el cuerpo, estaba lleno de hematomas, raspones y la sangre que había escupido estaba manchando su pequeño moño la cual ahora estaba desordenado. El joven demonio, al salir, solo lo levantó como si fueran unos recién casados y se lo llevó a casa siendo telentrasportado, lo apoyó suavemente sobre la cama y dijo unas cuantas palabras en otro idioma la cual hicieron que el cuerpo del chico este mejor como lo era antes. Una vez ya curado se sentó en el borde de la cama con una mirada inexpresiva.

– No entiendo que les hice...– Murmura el joven, se escucharon pequeños sollozos, el anti-cristo solo lo abrazó.

– Nos vamos a vengar, quédate tranquilo.– Calmó el pelinegro, dió un chasquido e hizo aparecer scones, una comida popular en Inglaterra.– Ahora intenta distraerte, vamos.– Acercó el plato con comida al chico y luego hizo aparecer un té de manzanilla.

El chico al ver el esfuerzo que le ponía el pelinegro en ponerlo feliz, solo le dió un leve beso en la cabeza.

– Gracias por todo.

– No hace falta agradecérmelo.– Acarició su mejilla para así poder darle un suave beso en los labios, se quedaron todo el día hablando de cada uno de los chicos, cuales eran los que mas lo molestaban y los que eran mas amigables con él. Ya tenía la información de todos, podría empezar a planear una venganza.