Ánima

16 1 0
                                    

Oscuro se presentaba el terrorífico futuro que, mirando mis ojos, sonreía de forma macabra. El miedo recorría mi espina dorsal mientras tan solo podía mirarlo; el silencio nos dominaba a ambos y envolvía el lugar, un lugar solitario, abstracto, frío y lúgubre: mi propio espejo.
Escuchaba un susurro que me atormentaba dictando malas acciones para acobardarme, nombrando situaciones que de ser reales me harían perder la cordura; recordando mis errores y temores, mi pasado al completo. Ese susurro tomaba más fuerza a cada segundo; comenzó a oírse con un tono normal, casi conversando conmigo en un doloroso monólogo de malas ideas. Luego, se volvió un grito que dañaba mi mente a la par que mis oídos, desgarrando la parte mas noble y pura de mi alma y dejando la poca alegría que me quedaba en un rincón sombrío en lo mas recóndito de mi ser. Sonreí, perdía la cordura a cada momento y esto causaba en mi una tormenta de emociones negativas acompañadas de un sonido estruendoso, mi carcajada. Le miré a los ojos, me miró a los míos, y ese grito terminó con una frase que me dejó marcado:
"Y eres tan absurdo e inútil que te estas insultando a ti mismo."
Entre carcajadas incontroladas y lágrimas de temor lo comprendí, aquel enemigo tan horrible que solo sabia hacerme sentir insignificante, aquella bestia que me mataba día a día; era el mismo ser que se reflejaba en mi espejo cada mañana, esa persona que aparece en cada foto que me hago, esa persona que jamás me ha entendido; que horrible final el enfrentarte a ti mismo y perder.

Caída de una mente fragmentada.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant