Enamoramiento [Killugon]

Capitulo 6

Killua estaba muy nervioso a unos metros de él se encontraba su crush y el estaba apunto de regalarle los dichosos chocolates.

—Tu puedes Killua—ánimo Bisky con un cartel que decía "ukealo" el cual por obvias razones fue y lo destruyó.

Suspiro y comenzó a caminar, llegó y le tocó el hombro mientras a la fuerza se lo llevaba a un lugar para poder estar solos.

—G-gon—lo llamó suspirando y todo rojo—T-toma—le extendió la caja de hersey de chocolate blanco con trozos de chocolate negro.

—Killua—lo miro sorprendido—Son mis favoritos, que lindo eres—sonrió con emoción y lo abrazo atrayéndolo hacia su cuerpo pasando los brazos por sobre sus hombros, regalándole así un cálido abrazo.

Killua se limitó a abrazar su perfecta cintura mientras su cara la escondió en su hombro aspirando su aroma, se relajo queriendo nunca soltarlo.

Estuvieron varios minutos así, Gon parecía nunca querer soltarlo y a decir verdad la idea no le desagradaba en lo más mínimo.

—Te quiero mucho Killua—comentó Gon separándose un poco para mirarlo a la cara y darle un beso en su mejilla.

Killua sentía que se derreteria ahí mismo, su Gon es demasiado adorable.

Estaban en su burbuja cuando Gon quitó sus brazos de sus hombros y lo jalo de la mano.

—Vamos al salón—le sonrió en grande.

Estaban de camino a su salón cuando llegaron sus amigos a molestarlo.

—Wooo Killua ¿que le regalaste a Gon?—Bisky se hizo la que no sabía.

—Que te importa—la miró sacandole la lengua.

—Killua—lo regaño Gon jalándole del cachete.

El albino se quejó acariciando su mejilla.

—Gon dame—pidió Kurapika y como Gon era un ángel le iba a dar pero Killua interrumpió.

—Se los compre a el, ahora lárguense—los echo a todos.

—Killua no seas malo—hizo un puchero adorable a lo que Killua no aguanto más y se abalanzó a darle un beso en el cachete.

Gon se sorprendió y se sonrojo comenzando a echar humo de sus orejas aveces no entendía como su amigo podía ser tan atrevido.

—Vamonos—el albino camino avergonzado.

Llegaron temprano al salón y se sentaron en sus respectivos bancos, uno al frente del otro.

Killua volteó la mirada hacia atrás y contempló al dueño de su corazón.

—¿No vas a comer?—pregunto mirando los chocolates, realmente quería que el amarre funcionará.

—Ahorita no tengo hambre pero te aseguro que me los comeré.

El albino no quedó satisfecho con la respuesta y abrió la caja sacando un chocolate.

—Ándale uno—rogó acercándole el chocolate a la cara.

—Killua no quiero—infló los molletes.

—Ándale—se sentó a lado de su asiento y aprovechando la excusa agarró su barbilla abriéndole la boca apreciando esos perfectos ojos y labios los cuales quería besar hasta que se hincharan.

—Killua ¿qué haces?—lo miro confundido y un poco sonrojado por la cercanía.

—Trágatelo—se lo metió a la boca por lo que Gon no pudo renegar más que simplemente masticar.

Killua tenía miedo de que el amarre no funcionara al estar con más gente ya que en ese momento no había nadie y no se iba a arriesgar a que se enamorara de alguien más.

—Killua que malo casi me ahogo—el albino lo ignoró y acuno su cara en sus manos checando cualquier rastro de que haya funcionado.

—Mierda no funciono—susurro molesto.

A la otra probaría con el agua de calzón.

—¿Que dices Killua?—Gon se le acercó mucho a la cara a lo que Killua tartamudeó y se sonrojó.

—Na-nada—suspiró queriendo aprisionar esos labios tan tentativos de una vez por todas.

Siguieron platicando de cosas normales cuando Retz vino Killua simplemente la ignoro y rodo los ojos.

—¿Que pasa Killua?—pregunto burlista—¿Te encuentras bien?—lo miro altaneramente.

—Si, si ajá sáquese—susurró queriendo que se largara.

—Killua ¿estas bien?—Gon se levanto y se posicionó a lado de Killua preocupado—Te puedo llevar a la enfermería.

El albino volteó hacia Retz alzando una ceja y sonriendo triunfante por lo que Retz sabia que esto no se iba a quedar así.

—Gon—simuló mareos—Yo también me siento mal ¿me puedes llevar a la enfermería?

Killua torció los ojos y la miro amenazadoramente.

—Lo siento, puedes pedírselo a Kurapika yo llevaré a Killua.

Retz se fue enojada e indignada mientras Killua sonreía para sus adentros.

—No te preocupes Gon, estoy bien—lo miro fijamente.

—¿Seguro?—se acercó más a él ladeando su cabeza.

—Por supuesto—le sonrió abrazándolo.

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