Enamoramiento [Killugon]

Capitulo 12

Le gustaba Gon.

Gustaba de Gon.

Si, pero ¿ahora que? le estaba pasando justo lo que había oído por ahí.

Que cuando anhelabas tanto algo, al final cuando lo consigues te comienzas a sentir ¿vacío? bueno así es como se sentía.

No lo comprendía estaba feliz ¡por supuesto! por ahora no sabía qué hacer, besarlo claro que fue maravilloso pero al mirarlo y pensar en ese beso le hacia huir como un idiota, realmente no aguantaba la pena se supone que es un hombre hecho y derecho pero lo único que hace es comportarse como estupido.

Después de aquel beso actuaban normal lo cual lo tenía muy frustrado ya que decidió pedirle a Gon que sea su novio pero le daba demasiada vergüenza. Si no se apuraba lo podría malinterpretar ¡siempre que pensaba que era la oportunidad perfecta el y su torpeza la cagaban!

Recuerda cuando quiso preguntárselo por primera vez.

—¿Gon..?—pregunto Killua ansioso y un poco incrédulo, temía que le dijera que no.

—Mmmh—murmuró Gon ido en sus apuntes, se le veía demasiado feliz lo cual le encantaba se encargaría de marcar esa bella sonrisa en su rostro para siempre.

Sonrío y continúo hablando nervioso.

—Y-yo—suspiró enojado consigo mismo, vaya que no era tan difícil—G-gon....¿qui-quieres ser....—hizo una pausa dándose un golpe mental—M-mi..... AGGHH ¡mierda!—se hartó pegándose en la paleta del banco.

Gon lo miró confundido y pregunto inocentemente.

—¿Que si quiero ser tu mierda?—ladeó la cabeza de lado en gesto inocente.

—Mejor cállate—se cruzó de brazos derrotado.

Siguió pensando en lo patético que se ve ideando un plan contra idiotas, será mejor que pida ayuda es lo único que le quedaba.

De tanto estar pensando y pensando no se dio cuenta que estaba murmurando, ni tampoco cuando el maestro llego a su banco mirándolo con el ceño fruncido.

—Killua—le hablo con voz fría señalando hacia afuera.

—¿E-eh?—pregunto confundido.

—Si no vas a prestar atención sal de mi clase—comentó volviendo a la pizarra.

El albino solo suspiro aliviado en verdad era un idiota se le olvido que estaba en clase de historia con el profesor más estricto que puede haber, de buenas no le encargó planas.

Las clases siguieron cuando de la nada sintió que un papel le pegaba directo en la frente.

—¿Ha?—confundido alzó la cabeza y vio como Bisky lo llamaba desde su asiento levantando la mano en modo de saludo, valiéndole un pepino si el profesor los veía.

Frunció el ceño y con señas apuntaba el papel y a ella diciéndole que era lo que quería.

—"No seas tonto y ábrelo"—leyó de sus labios, aburrido rodo los ojos y abrió el dichoso papel.

—"Y dime ¿qué pasó con Gon? ¿ya es tu pasiva?"—era lo que decía, alzó una ceja y la miro molesto.

—"Deja de molestarme estamos en clases, además a ti qué te importa"—arrugo el papel y sin ningún cuidado lo volvió a lanzar dándole a Bisky en un ojo.

Quiso estallar a risas pero no podía así que ocultó su cara en sus brazos tratando de no reír al ver la cara de Bisky toda roja del enojo y con el ojo rojo.

Vio como la rubia le sacaba el dedo de en medio y se disponía a escribir otra tontería para molestarlo.

Bufo y siguió escribiendo cuando sintió una mirada intensa que de inmediato supo que era el chico por el cual suspiraba.

Aún recostado en su banco volteo su cara hacia Gon ladeando la cabeza un poco para verlo mejor se veía demasiado hermoso a su parecer, sus ojos lo miraban de una manera muy intensa a lo que no pudo evitar sonrojarse, le ganaría la batalla de eso estaba seguro.

Siguieron viéndose mutuamente importándoles poco que los miraran raro, Gon actuó primero y se relamió los labios.

—¿Que....?—asombrado Killua se volvió a sonrojar no podía creer que el inocente de Gon hiciera eso, ya no lo dejaría juntarse con el pervertido de Leorio.

Volvió a su postura sin aceptar la derrota, lo siguió viendo admirando sus labios, sus ojos color miel, su hermoso cabello y sus pestañas tan bellas. Dio una sonrisa satisfecha al ver a Gon sonrojado hasta las orejas, al parecer le avergonzó que lo viera de esa forma tan descarada.

Continuaron mirándose cuando sintió como un pedazo de tiza le daba en la cabeza sacándolo de su trance, tan metido estaba en admirar a esa belleza que tenía al frente que no se dio cuenta que el profesor los estuvo llamando por 5 minutos.

—Jejejej—Killua rio nervioso al ver al maestro con el ceño fruncido.

—Gon, Killua a detención ahora—apunto la puerta.

Killua sin rechistar obedeció y Gon hizo lo mismo, no estaban para nada arrepentidos además de que tendrían un tiempo a solas.

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