3. El Galansito

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Otro día en la oficina, leyendo los perfiles de mis futuros clientes y eligiendo con los que podría hacer algo. El cuello me está matando y de vez en cuando, intento relajarlo con masajes que me doy a mí misma, tocando los puntos que más me suelen molestar.

Paso un perfil que no me sirve para lo que estoy buscando en este momento y veo a... Dios mío, who is that guy?  Tengo que acercarme a la pantalla para verlo bien; un hombre de los que ya no quedan, de los que solo salen en la tele y tú no te encuentras en la calle. Me ha mandado varias fotos que no tardo en abrir y... JODER CON MANUEL. Imaginad el típico hombre alto, moreno, muy fuerte (con esto último quiero decir... Muy muy fuerte), de piel bronceada y una sonrisa preciosa que parece un arma de doble filo, al igual que su rostro que dice 'mímame' a pesar de que su cuerpo diga 'te voy a reventar'. Sin pestañear, absorta, voy directa a su biografía:

Hola, me llamo Manuel Gaitán pero todos me llaman Manu. Trabajo como actor en algunas series, aunque mi sueño es aparecer en una película española. Tengo 34 años y muchas ganas de encontrar al amor de mi vida. Me gusta bailar salsa, leer tirado en la playa y malcriar a mi sobrina.

Sé que no digo mucho de mí pero espero que sea suficiente, ¡estoy deseando conocer a mi medio limón!

Sin pensarlo dos veces, cojo el teléfono y llamo corriendo a Leslie. Ella tarda unos segundos en contestar.

–¿Ajá? –Escucho que está masticando algo.

–Creo que he encontrado al amor de mi vida.

–¿Qué dices? ¿Te estás drogando, Elena?

–No, Leslie, no me estoy drogando. –Contesto volviendo a pasar las fotos del tal Manuel Gaitán. –Un cliente... Le gusta leer, bailar salsa y... Es actor.

–¿Actor? ¿Porno? –Se ríe Leslie al otro lado de la línea.

Al escuchar eso, las alertas se me disparan. Busco el nombre de mi cliente en Internet con el corazón en la garganta esperando a que salga su trayectoria cinematográfica, rezando para que ningún actor porno se me haya colado (en el corazón). Al ver las series en las que ha participado...

–No es actor porno. –Digo pestañeando un par de veces. –Es... Algo mucho peor.

–Por favor, dime que es actor de telenovelas.

–Es actor de telenovelas.

La carcajada de Leslie es tan fuerte que tengo que alejar el teléfono de mi oreja para que no me deje sorda.

–Ay, por favor, esta noche nos vemos una entera.

–Trato hecho. –Digo apuntando en mi agenda el nuevo plan. –Te tengo que colgar; voy a escribir a mi Gavilán para que venga a hacer la entrevista.

–¡Espera! –Grita antes de que le de al botón de colgar. –¿Y si me hago pasar por ti?

–¿Qué dices, Leslie?

–Elena, respira que sé que te he cortado el aire. Lo que digo es que si tanto te ha gustado, puedo hacerle la entrevista. No me cuesta nada, te tengo conectada por el pinganillo y cuando acabe, le suelto que he encontrado la chica perfecta, sea sé, tú, ¿dime que no es una idea genial?

–Leslie Fernández Torres... A veces me pregunto cómo puedes ser tan idiota... Solo he dicho eso porque es un hombretón, no creo que sea el amor de mi vida.

–Déjame hacerle la entrevista por si acaso, no tienes nada que perder.

–¿Te han echado del trabajo y no tienes nada mejor que hacer?

–¿Qué me van a echar del trabajo? Sin mí el hospital no tendría la misma gracia.

–Vemos la telenovela esta noche y a partir de ahí, te digo si quiero que le hagas la entrevista o no.

SI LA VIDA TE DA LIMONES...Where stories live. Discover now