Quedarse solo con Mark

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Haechan quería que alguien le preguntara porqué estaba emocionado, pero nadie lo haría, y exactamente eso no sucedería porque ya todos conocen la causa de su emoción.

Ese día, los integrantes de Super M volvían a Corea luego de su Tour promocional por Estados Unidos.

Específicamente Mark volvía a Corea, a los dormitorios, volvía a su cama y DongHyuck le tenía un lugar entre sus piernas para recibirlo.

Pasar tiempo separados no era algo que ellos sintieran que los afectara de algún modo. No necesitaban de la presencia del otro. Ya habían podido superar aquellos días de "amor extremo que ahoga", y luego de replantearse mejor su situación, pensaron que la dependencia por algo como la copresencia, resultaba muy estúpido. Esa fue, (además de su joven relación y la edad de ambos), una de las razones por las que al momento de realizar la nueva distribución por quienes compartirían piso, no propusieron estar juntos, ya que, la convivencia entre ambos la creían innecesaria, sin contar que les había traído problemas en el pasado.

Aún así, su entusiasmo por prepararse y mantener todo en condiciones para cuando Mark llegara, delataban cuánto lo había extraño, y es que había una enorme diferencia entre una relación sexual inactiva y una relación sexual activa. DongHyuck se encuentra orgulloso de pertenecer al segundo clan y eso mismo implica extrañar a su novio por mucho más que sólo razones románticas.

Bien sabe que no puede ni debe asaltarlo apenas llegara, como ocurriría en una de tantas películas, pues, que las promociones en el coloso americano hubieran acabado, no significaban un punto final, sino que aún restaba el país natal de su empresa antes de un merecido descanso.

Ese mismo día, Super M, tendría una reunión con medios de comunicación, contando también con la presencia de fans, apenas unas horas después de aterrizar en tierras asiáticas. El agotamiento mental y físico no eran un juego, ni una exageración; pero el que no pudieran tener sexo no llevaba implícita la quita de emoción a su llegada, ni al reencuentro de ambos. Pues, aunque la señora que limpia el hogar en el que todos los miembros conviven, fue quien mantuvo el orden del piso de Mark y un mánager, él podía jactarse de darle la bienvenida con un bonito budín de vainilla al que le dedicó mucha atención para que no se quemara y que decoró con un intento de tigre que acabó convirtiéndose en un sol, debido a que el dibujo con la manga pastelera no era lo suyo.

El edificio se encontraba en silencio, demasiado tranquilo a comparación de los días pasados, como si todos fueran conscientes de que Lee TaeYong se encontraba a punto de llegar y con él, sus reglas e itinerarios para mantener la armonía y el orden del grupo.

Cerca de las siete de la tarde los dos integrantes ausentes de la unidad de NCT 127, por fin se encontraron cruzando una muy conocida puerta, mientras que detrás de estos, dos mánagers y un integrante del staff traían su equipaje.

Haechan no pensaba molestar ni que lo sintieran desesperado por aparecer, así que permaneció en la sala de su propio piso esperando a que fuera el mejor momento para bajar. Aunque, claro, no pudo ocultarse de las burlas de Johnny.

Un mensaje por parte de Mark lo alarmó, pero el contenido hizo que su emoción aumentara, así como su velocidad al moverse en dirección al nivel inferior.

Mark Lee
¿No vienes a saludarme?
Mánager hyung no está

Aseguró el agarre sobre la fuente con el postre y entre atropellos con sus propios pies, llegó a destino. Sus ojos pasaron de las valijas del canadiense que aún se encontraban cerradas y ocupando parte del espacio, al dueño de estas.

Ambos se quedaron en sus posiciones, sin dar movimiento de más.

Mark aún vestía el mismo atuendo que utilizó para la reunión de hace unas horas atrás, demasiado elegante para el Mark Lee que él conoce de grandes pantalones y sudaderas. Demasiado bien para ser la primera vista formal que tenía de él luego de tantas semanas.

Ahora que Eres LegalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora