Capítulo 16

45 4 0
                                    

El regreso a casa lo hacemos en silencio

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El regreso a casa lo hacemos en silencio. Madison y yo no nos atrevemos a hablar, todavía sentimos el pánico y el miedo recorrer nuestro organismo. Nicolas está demasiado cansado como para hablar, al parecer acaba de contraer una peste que lo ha dejado sin energías.

Y en cuanto a Damien, al parecer, cuando está al volante se concentra bastante como para tratar de hacer conversación, por lo que solo se mantiene a lo suyo, ignorándonos por completo.

Volteo a ver a Madison y la veo mirando la carretera sin ninguna expresión en su cara. Es la misma cara que tenía cuando Donna murió; su cuerpo está aquí, pero su alma no.

Volteo de nuevo para ver la carretera y el sol que ya está empezando a ocultarse. Aunque no lo parezca, duramos mucho tiempo en el restaurante, solo hablando, charlando y recordando viejos tiempos. Claro que, Madison y yo solo tratamos de parecer normales frente a Nicolas, aunque sea una tarea desgastante, es necesario para su seguridad.

Por un momento quedo absorta en la carretera, está despejada por lo que Damien aprovecha para ir a más de 70 kilómetros; siempre le ha gustado la velocidad. Y a mi siempre me han encantado los autos, es increíble la sensación de poder cuando te pones al frente del volante y descargas toda la potencia en la carretera.

Me recuesto contra el asiento a solo contemplar el sol escondiéndose y los arboles y montañas pasando rápidamente. 

Estaba a punto de quedarme dormida cuando siento mi celular sonar.

—Hola papá.

Ciao, ragazza mia 1  —responde papá con su perfecto italiano. Por lo general cuando habla demasiado el italiano es que está de buen humor, así que le sigo la corriente hablándole con nuestro idioma natal.

Com'è il miglior papà del mondo? 2

—Me encanta cuando hablas en nuestro idioma —responde él alegremente.

—Papá, nunca voy a olvidar mis radici 3  

—Eso es genial, ragazza mia. Y para responder a tu pregunta, estoy muy bien ahora que sé que van a ir a la inauguración.

Y ahí se acabo mi buen humor. Miro de reojo a Damien quien sigue concentrado en la carretera. Nicolas está dormido y Madison, bueno, ella sigue en su mundo.

—Pues claro, Damien y tú nos obligaron —escupo sin piedad.

Al escuchar su nombre, Damien me mira por el retrovisor y alza una ceja desafiante. Yo le frunzo el ceño y lo ignoro.

—Nosotros no las obligamos, es solo que enserio queríamos que toda la familia estuviera junta de nuevo, ya sabes, para celebrar el nuevo logro de Damien.

—Lo sé, papá. Sé que tu y mamá lo quieren mucho.

Él aludido suelta una pequeña de risa de suficiencia, sabe perfectamente que estoy hablando de él.

SOGGETTOWhere stories live. Discover now