cuarta

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Stiles venera a Lydia hasta que...

Todo el mundo sabe que Stiles anteriormente estaba enamorado de Lydia Martín, no es un secereto.

Y a pesar de que ese ya no es el caso aún la sigue venerando, la sigue tratando cómo su diosa, su musa. Siempre la tendrá en su corazón ya que fue su primer enamoramiento y ese no se olvida. Pero el a quien realmente ama con todo su corazón y más allá es a su pareja, Derek.

Derek Hale, el hombre que conquistó su corazón desde primer instante y que incluso le hizo olvidar por unos momentos quien demonios era Lydia Martin.

E increíblemente lo logró, algo que ni podía imaginar. Empezó una relación con Derek Hale, o sea es DEREK HALE.

Todo junto a él era maravilloso, encantador, ciertamente peleaban y muchas veces, pero eso era parte de ello, si no peleaban por cosas simples y estupidas no serían ellos. Derek lo amaba y Stiles amaba a Derek, se complementaban, Derek era la otra pieza del rompe cabezas de Stiles.

Y el sexo era maravilloso...

Sinceramente, ¿en qué Derek Hale sería malo? Él es perfección, pero para un virgen cómo Stiles, encontrándose con Derek fue cómo encontrar las seis gemas del infinito en un solo lugar.

Cómo decía, se volvieron pareja, cumplieron un año, nudo, blah, y Stiles cayó embarazado.

Fue realmente una sorpresa para todos, incluso para el mismo Derek. Pero según Deaton, al ser el compañero del Alfa y ser una Chispa, pudo caer embarazado.

Todo iba relativamente bien, claro, mareos, olores, comidas, vomito. Asco por todo, sentimentalidad, emociones a flor de piel, poco apetito sexual, deseo sexual (ni el propio Stiles entiende su cuerpo), con una gran adicción al chocolate, papas con queso y rizadas (eso siempre) y el pene de Derek (¿para que mentir?).

Sin contar que parece una maldita bola de boliche.

No, eso es lindo. Parece que se comió toda una vaca entera y de paso a su familia también. Parecía la villana de Men In Black 2 cuando se come al hombre con chaqueta de cuero.

Todo estaba relativamente normal hasta su mes siete. Si, parecía un círculo viviente pero aún podía caminar e investigar que estaba pasando. Y lo que estaba pasando era un Wendigo, un verdadero Wendigo.

Luego de luchar y chantajear a Derek, Stiles pudo entrar al plan que él mismo había ideado. Al fin pudo salir de las cuatro paredes del loft y seguir a la manada aunque Derek le hizo prometerle que no se separaría de él ni un momento. Que no se podía hacer el héroe y que su hijo no tenía la culpa de tener a un padre tan idiota.

Increíblemente Stiles lo hizo. Supone por el hecho que esta vez no estaba solo cómo para desacatar una orden. En otro momento Derek hubiera dicho algo de protegerlo y Stiles ya se hubiera arrojado al Wendigo. Ahora había un enorme bulto que le dificultaba hasta caminar.

Por eso, se encontraba en un deteriorado cementerio que estaba junto al bosque, literalmente daba unos pasos y estaba en el bosque. Estaban todos de la manada y Stiles se encontraba sentado en el suelo con su espalda recostada en una lápida que Stiles ruega que el alma esté en el cielo y lo perdone, mientras se acariciaba la panza.

-¿Escucharon eso? - pregunta Scott, escuchando pisadas y viendo ocasionalmente unas sombras pasar de un lado a otro.

-Hay que pararlo - habla Derek caminando hasta Scott y separándose de Stiles por primera y última vez en la noche.

Apenas dice eso, Lydia abre la boca para soltar un grito de Banshee, aunque no era para predecir una muerte, era para tratar de noquear al Wendigo. Aún así grita cómo la Banshee que es y apenas sale el grito, Stiles siente cómo su bebé empieza a moverse rítmicamente, sin orden, queriendo tapar el sonido rápidamente y golpeando cada parte del estómago de Stiles.

light of his life, fire of his loinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora