Capítulo 13: La luna de miel se terminó.

1.1K 64 97
                                    

Su rostro fue iluminado por los cálidos rayos del sol

Hoppla! Dieses Bild entspricht nicht unseren inhaltlichen Richtlinien. Um mit dem Veröffentlichen fortfahren zu können, entferne es bitte oder lade ein anderes Bild hoch.

Su rostro fue iluminado por los cálidos rayos del sol... o a eso estaba acostumbrado Nan, no, lo que le dio los buenos días no fueron "tenues rayitos" una mierda, lo que recibió fue el molesto ardor, picazón y quemaduras de los rayos, su pupila es atacada con mosquitos que sondean la carne vulnerable, su cara esta quemada a tal insano punto que le había salido sarpullido en su pecho. Una comezón indescriptible atacaba su torso y estómago, intento enderezarse, topándose con la garganta seca, la cabeza hecha un lío, y sin más, el asco lo hizo revivir, viéndose en un diminuto espacio trasero de un auto, abre la puerta derecha donde yacía su rostro para vomitar al vacio, jadea recuperando el aliento después de regresar lo que sea que consumió. Se corroboro así mismo algo.

Tenía resaca. Y una muy horrible para variar.

Nan alzo su vista, viendo sus ropas, las cuales decir que estaban hechas mierda sería decir poco, eso no se le podía llamar ropa siquiera, estaba hecha jirones, tenía cortadas, rasguños, sangre incluso si se ponía a verlo bien, bañado en el espantoso olor del alcohol. Pero lo primero que busco sin dilación, fue su bufanda, la cual sigue tercamente en su lugar de siempre, su cuello, todo en él estaba hecho un desastre, menos la bufanda, impecable, apenas tenía mal olor e inclusive podía decir que aspiraba la colonia que se puso hace dos días cuando fue al trabajo.

Lo que más le impacto no fue su traje con corbata destrozada, su camiseta blanca que jamás será utilizable de nuevo, o la pérdida de su saco. No, lo que más le espanto, fue la desnudes de su cuerpo para abajo, no tenía bóxer, o bueno... si lo tenía, pero estaba roto, su rosado miembro estaba descubierto y sus piernas blancas sostenían lo que alguna vez fue bóxer a duras penas, sus piernas estaban adornadas con la marca de besos de un labial carmín intenso, unos labios voluptuosos que le marcaron no solo las piernas, una que otra parte de su mejilla y brazos. Nan asustado se giró a los lados, encontrándose no solo con un lugar extraño, estaba en medio de la nada., Entre árboles frondosos, pero el auto había permitido que no solo se requemara, sino que después con el frío su nariz moqueara. Solo una larga carretera era visible, entre el verde camino.

Pero viéndose desnudo, cerró la puerta nuevamente, su pudor le hizo cubrirse buscando sus pantalones, para su sorpresa a solo unos milímetros de sus piernas, estaba Adam.

Su largo cabello trigo caía desordenado sobre el cuerpo del pelirrojo y sus labios pintados de rojo, el cual estaba tan corrido que su labial estaba dispersado en toda su cara, su saliva caía sobre la piel temblorosa de Whalker, quien lloraba al sentirse tan expuesto a su acompañante, lo hizo... esta vez no podía ignorar el hecho.

"¿Qué he hecho?" Se lamentó así mismo Nan. Pensando que quien había aprovechado esa situación fue él, más que el muchacho frente suyo, Adam nadaba en un mar de botellas caras de distintas marcas, tequilas desde Don Julio, hasta whiskeys o cervezas baratas, ese tipo de cervezas que solo comprarías en una tienda de autoservicio. Buchanan's, Johnny Walker, Jack Daniel's, Corona, y todo el alcohol etílico de una farmacia que pudieras comprar, dios santo, eso era el colmo de lo degenerado sobre los vicios. Nan se quita con cuidado al joven, quien abrazaba las caderas del pelirrojo, cuando logro quitárselo de encima, este se despertó, sus hermosos ojos verdes; reflejados en la pequeña grieta del cristal roto del vidrio al sol, serían una imagen que Nan no olvidaría en mucho tiempo.

Los Perros de Nueva York(+18 Contenido Homoerotico)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt