Mi hermano siempre tenía la costumbre de dejar la puerta de su cuarto entreabierta, a excepción cuando sus compañeras venían estudiar. Pero no estaba en su cuarto, tenía la ventana abierta, bajé el volumen del equipo, al instante la voz de mi hermano que venía del patio preguntándome, porqué baja el volumen de la canción, es papá quien me manda, le respondí.
Desde la ventana me di cuenta que él estaba llorando, baje corriendo a su encuentro, y ya no estaba tendido en el suelo. Le vi doblando la esquina y le seguí.
La tarde se iba despidiendo en el horizonte y mi hermano seguía vagueando por el barrio 🏘. Tarareaba la canción de wonderwall. Pasó por el parque, que no se encontraba lejos de casa, estuvo allí un buen rato, mirando a una flor 🌹.
Nos fuimos de allí hasta que el último rayo del crepúsculo se disipó del cielo, llegamos otra vez a nuestra manzana y él comenzó a columpiarse en los columpios que había frente a casa atados a un árbol 🌳.
Padre estaba en la entrada de casa y aún seguía sonando la canción, sube y apaga el equipo. Entramos juntos dejándole fuera en los columpios. Mamá estaba en la cocina y padre le fue ayudar a poner la mesa. Padre tenía la costumbre de no entrar en nuestros cuartos, algo que no puedo decir de mamá.
Entre en su cuarto y baje el volumen no lo quería apagar el aparato. La voz de Liam Gallagher era muy conmovedora, que me puso la piel de gallina, sentí un cosquilleo en mis píes.
