Capítulo 43: Let go.

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Estaba sentada en mi cama, el celular en la mesita de noche, el texto estaba escrito y las manos le temblaban, faltaba solo un mes para terminar el contrato, pero estaba decidida, ya había llorado lo suficiente y se hallaba perdida ¿era lo correcto? Se jugaba la última carta y sería hasta donde avance, estaba en un precipicio, con un pie en el vacío y el otro en la tierra.

—Lo siento—fue lo único que salió de sus quebradizos labios luego de mandar el mensaje.

El bullicio se hizo presente a las seis de la tarde, su familia había llegado ya así que esperó un par de minutos hasta que Jacob abriera la puerta de su habitación de golpe y le dijera que debía bajar ahora a comer o la comida china se enfriaría.

La puerta se abrió despacio, una melena negra y corta se vio, así mismo como una pequeña figura.

— ¿Mamá? — la luz se encendió y su madre se acercaba con un pequeño cupcake, le sonrió.

—Hola— le entregó el postre y se sentó cerca de su hija, la observó detenidamente. — ¿Estás más tranquila?

Mónica asintió y probó un poco del glaseado, abrazó sus piernas y tomó la mano que su madre le extendía.

—Salgamos un rato— dijo la mujer, observó la reacción de su hija, lucía extrañada por la repentina invitación. — Tú y yo, como antes.

—Pero los demás...

—Hoy seremos solo tú y yo, siento que te he descuidado mucho, hay cosas que ya no sé de ti.

—Vale.

El mirador de Turi a las siete y media de la noche era diferente, no había muchos turistas y la mayoría de atractivos estaban cerrados, pero era un buen lugar para caminar y dejar volar la mente un rato.

Mónica se sentó en el filo del balcón de aquel mirador, su madre solo se apoyó a su lado y sostenía la muñeca de su hija, la observó de nuevo, sus pómulos más marcados, el esmalte de sus uñas removido.

—Tú...

—Terminé con Chris. — Anunció la chica—terminé con todo, el contrato, pero me siento una mala persona, acepté ayudarle porque creía que él podría enamorarse de mí.

— ¿Y no lo está?

Mónica negó con la cabeza— No, personas como él no se enamoran de personas como yo.

— ¿Y cómo eres tú?

—Manipulable, tonta, además fui la única que estaba enamorada.

—Cariño...

—Me dejé llevar por lo que leía en las redes, mamá, quería ser perfecta, buscaba aprobación de las fans, quería que los medios hablaran bien de mí, pero me atacaban y no podía decir nada, me estaba asfixiando...

— ¿Fernanda lo sabe?

—No, nadie solo el grupo y yo.

Mónica vio a su madre enderezarse y tomarla de los hombros, le apartó el pelo de la cara y le dio una sonrisa reconfortante, la castaña apretó los labios y dejó que gruesas lágrimas cayeran sobre sus mejillas, aquel frio se fue cuando su madre le abrazó.

—Nada de lo que diga te dará confort— empezó— pero entiendo que todo lo que hiciste fue porque en verdad deseabas ayudar a ese muchacho, y creo que él no es malo. Pero sabes que los problemas no se resuelven con más mentiras. Pero habrá días mejores, sabes que te has descuidado contigo misma, te has adaptado a un mundo donde los cánones de belleza están altamente marcados y has aguantado todo lo que has podido.

—Me perdí, mamá, cada vez que salía en televisión o estaba en las redes debía convertirme en la persona que él debería amar, odiaba ponerse esa ropa, odiaba maquillarme y mantener esa postura de robot, nadie me obligó pero pensaba que yo jamás podría compararme con alguna modelo o cantante con quien él debería salir.

Novios Falsos NUEVA VERSIÓN. Finalizada.Where stories live. Discover now