• Cuando el odio gana •

51 23 0
                                    

Empecemos por definir que es el odio, una sensación que nos carcome hasta lo más profundo de nuestro ser y que una vez instalado ahí aniquila ferozmente todo lo que antes conocíamos como paz mental o que nos aisla lejos de la alegría, del amor, del entusiasmo y en general de todo sentir que a él le lleve la contraria.

El sentimiento que una vez vivido te estará  preparando una afilada estancia en su aislamiento y que te retendrá como una camisa de fuerza cuando siquiera pienses alejarte.
Tal vez surja la presión de responder por qué el odio ocupa tan grande lugar en nuestro mundo y por qué cuando algo malo hacemos o le sucede a alguien desagradable nos causa tanta euforia, lo comentamos por aquí y por allá sin darnos cuenta de cómo el odio nos hace dependientes de si, dándonos sustitutos de felicidad y amor a la vida que lo intercambia por una sorprendente competencia interminable por ver quién puede contra el.

Hemos cometido varios errores, de diferente tamaño y tipo pero ninguno ha causado tantos desastres como el de alimentar el ego de este sentimiento, nos hace impulsivos y nos anima a hacer las cosas sin pensar que consecuencias tendrán, otorgando todo lo que queremos y complaciendo los más viles caprichos de la humanidad.
Nos hace creer que lo soluciona todo y que no existe otro modo más que recurrir a el.

¡Vaya! ¿Cómo es que somos así de influenciables?

La Vida de Otro ColorWhere stories live. Discover now