Día 04 Enfermar

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Bajar del avión, el hospedaje todo fue tan rápido cuando lo único que quería el pelirrojo era llegar a descansar o quizás buscaba algo más

La habitación era de un hotel cinco estrellas, cuando se trataba de dinero o disfrutar los lujos Nakahara no se contenia porque había planeado ese viaje de manera minuciosa solamente para que fuese un agradable recuerdo para ambos

- por fin- el castaño se dejó caer sobre la amplia cama supletoria alejar la mirada del pequeño cuerpo del mafioso - después de siete horas de vuelo estamos aquí

- si, finalmente... - sonrió coqueto deshaciendose de su saco y dejado caer al suelo así como el chaleco que llevaba puesto - tenemos un poco de privacidad - siendo algo atrevido se sento sobre sus piernas, quería provocarlo y disfrutar esa madrugada con el padre de su hijo

- Chuuya, si empiezo no te dejaré levantarte de esta cama - sin negarse llevó sus manos sobre su cadera presionando sus muslos con deseo al mismo tiempo que se inclinaba sobre su cuello donde recorrió esa delicada piel con su lengua y brazos - anda termina de desvestirte -ordenó con una voz tan sería que ocasionó al contrario que la temperatura de su cuerpo aumentara

El menor en ningún momento alejo su mirada de esos orbes avellana que emitían un brillo tan particular por la lujuria que los invadía, una a una las prendas fueron arrojadas lejos de ellos y el detective no podía dejar de ver esa piel descubierta y esas curvas tan perfectas junto a sus piernas firmes e inmaculadas, le encantaba ser invitado a perderse entre estas mientras empujaba con fuerza en lo más profundo de su anatomía

-¿te gusta lo que ves? - mordio ligeramente su labio inferior cuando término quedando solamente con el delgado boxer de licra que no dejaba nada a la imaginación

- me encanta, pero te falta una cosa - se puso de pie posandose delante suyo contorneando con las yemas de sus dedos su espalda sonriendo satisfecho al sentir como su cuerpo se estremecia con esa mínima caricia

Osamu iba a quitarlo para poder apreciar su cuerpo desnudo a la vez que buscaba esos dulces labios a los que era adicto para devorarlos totalmente hambriento de deseo hasta que lo vio correr con dirección al baño

-¿Chuuya? ¿estas bien? - con tranquilidad fue detrás de él encontrandolo de rodillas frente al inodoro devolviendo lo poco que habían comido durante el vuelo - ya Chuuya, sacalo todo - sin lastimarlo removió el cabello que caía sobre sus hombros para que no se ensuciara comenzando a acariciar sus hombros y espalda baja en forma de círculos sintiendo las arqueadas de su cuerpo bajo sus manos - tranquilo

- lo siento... - tiro de la cadena tomando el papel que su pareja le extendió para limpiarse pero de inmediato volvía a inclinarse y continuar sacando lo que permanecia dentro de su estómago

- todo es por el embarazo, pronto se pasará así que tranquilo- dio un largo suspiro regresando a la habitación en búsqueda de una botella de agua

Quizás no podrian hacer mucho esa primera noche en Francia pero ya no importaba, aun si lo hubiera deseado tanto primero estaba el pelirrojo e iba a cuidarlo hasta que el malestar desapareciera y aún así solo esperaba que todo fuese por ese bebé que crecía dentro de su vientre y no fuese a enfermar por algo que comieron durante el largo trayecto

- aquí estoy Chuchu- al percatarse que había terminado lo cargo entre sus brazos llevándolo hasta la cama - descansa un poco te sentirás mejor y en cuanto activen el servicio a habitación pediré algo ligero para que comas

- gracias Dazai - sobre su rostro una ligera sonrisa iluminó sus mejillas, se cubrió con las sabanas tras dejar la botella en una de las mesitas de noche

Recién el reloj marcaba las cinco de la mañana ya había caído profundamente dormido abrazando al castaño quien en todo momento se dedicó a cuidar al menor

- tendremos un bebé... gracias mi Chuuya -

Soukoku Fluff Week 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora