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Desireé llego a su casa con nueva compañía y la interrogante del porque Evan había decidido quedarse aquél día en la casa de ella.

Evan jamás había estado en la casa de Damon, el jamás le habría querido llevar ahí, pero Damon sabía del problema de Evan, tenía que ayudarlo.

La chica abrió la casa y corrió a su habitación esperando no ser molestada por alguno de los chicos, y Evan quiso seguirla.

-Ella siempre se encierra en su habitación, hace años que no deja pasar a nadie ahí.

Evan sintió un nudo en su garganta, Damon sabía de los problemas de Desireé y parecía ajeno a ella, como sí sólo fuera otra persona viviendo en la casa.

Su mirada se vio intervenida por un retrato que colgaba en la pared de dos pequeñas niñas, ambas idénticas a Desireé.

Evan sonrió.

-Es Destiny, gemela de Desireé, ella se quedo con nuestra madre después del divorcio, y nosotros con papá, el casi nunca está en casa... y cuando esta... bueno...

Evan asintió, sabía el problema que enfrentaba esa familia desde hace años, había visto los moretones en el cuerpo de Damon, había visto la inseguridad en Desireé, sabía cuanto odiaban ambos que los tocarán, tenían miedo de ser lastimados.

-Nuestra madre no sabe lo que el hace, papá no nos deja comunicarnos con ella... La extraño.

Damon sintió su voz quebrada y sólo quiso desaparecer, Evan sin embargo no sabía que decir, se había quedado en un profundo pensamiento y la noche ya había llegado.

Evan subió las escaleras acompañado por Damon y El abrió una puerta que se encontraba al final del pasillo, justo a lado de una puerta blanca con las letras "Deseé".

La habitación de Damon era un desastre, y se preguntó sí la de Desireé estaría igual, había una enorme cama y ropa encima de esta, parecía otro típico cuarto de un adolescente.

Damon se recostó en la cama, mientras comenzaba a ponerse la pijama, y Evan sólo se acostó en esta dejándose llevar por el sueño.

El cuerpo le sudaba, y sus ojos estaban llorosos y despertó con la respiración agitada y el cabello cubriendo sus ojos, y se paró de la cama y corrió hacía el pasillo.

Intento relajarse, pero aquellas imágenes no salían de su cabeza, necesitaba terminar con ese dolor.

Sollozos se oían en la puerta de a lado, y abrió, sus ojos sólo veían el inmenso charco de sangre, y una adolescente con un navaja en la mano.

Antes de que pudiera hacer el próximo corte, Evan puso su mano arriba de la de ella, y la navaja cruzo por la piel de él.

-Cortame, cuantas veces quieras, cortame como sí fuera tu brazo, cada vez que quieras cortarte, te presto mi brazo, sólo... no te lastimes.

Y ella lloró hasta quedarse dormida, y el la abrazó toda la noche, y nunca la soltó.

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⏰ Last updated: Nov 26, 2014 ⏰

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Suicide Season | Evan PetersWhere stories live. Discover now