La salvación de la Tierra.

Capitulo #12: "La transformación."

-10 de mayo de 2013.

Ese día, muchos amanecieron serios por la fecha. Cada vez se acordaban más que estaban solos. Más que nada, porque ya muchos iban a cumplir años, pero el resto parecía tener la cabeza en otra parte. Otros simplemente habían olvidado el transcurrir del tiempo para no sufrir mas de lo que ya estaban sufriendo.

Melissa: Quiero salir.

Angel: Ya vas a empezar con eso tú también.

Melissa: Pero yo lo digo por una buena causa.

Thomas: Lo dices porque trabajamos casi toda la semana y luego nada mas dijeron: "buen trabajo" y ya.

Melissa: Exacto.

Angel: Pues si, y no ha pasado nada divertido.

Fénix: Bueno, pero ¿que no aprendieron de la ultima vez lo que paso?

Erwin: Pero si ya tenemos poderes, creo que nos podríamos defender, ¿no?

Yukito: Yo digo que no sean tan confiados en una situación tan delicada y peligrosa.

Minho: Vaya, hasta que hablaste.

Yukito: Pues hasta ahora que me dejaron hablar. -.-

Bruce: Pues si se preparan bien y se van bien, no creo que haya tanto problema.

Los demás lo pensaron. También sabían que no era opción irse sin haber avisado antes.

Ariel: ¿Pero porque quieren salir?

Melissa: Para despejarnos de todo el trabajo que hemos hecho.

Diana: Pero tendríamos que salir todos juntos para protegernos.

Eduardo: Además de pedir permiso a los guardianes.

Joslin: ¿Y que tal si mejor vamos todos?

Ana: No se va a poder.

Joslin: ¿Porque no?

Ana: Porque Misa no tiene poni guardián.

Por un momento todos se quedaron callados.

Juan: Pues alguien se puede ofrecer a prestarle su poni...

Daniela: Cierto, Dean podría, porque él no tiene poni, tiene un Pegaso.

Se escucha que algo se rompe en el patio, todos se alarman y salen corriendo.

Eduardo: Pero que demonios, Misa...

Enfrente de ella, había un sujeto alto, de cabello negro mas menos peinado de lado y alborotado. Traía un traje negro de mayordomo y guantes blancos. Usaba lentes y sus ojos eran de color ámbar.

Artemisa: Ahora si podre acompañarlos.

Ana: Invocaste a otro guardián...