VII. Memorias que dejan de doler

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"Dime qué es lo que estoy haciendo bien, porque no quiero arruinarlo esta noche"



Yui Kodai, era el nombre que estaba en una chapa de identificación que traía Jirō colgando en el pecho.

—¿Y esto? ¿Quién es Kodai? ¿La chiquilla ya tiene otro novio? Si es así ya sé su nombre, ya sé a quién ir a partirle la cara —dijo Kacchan saliendo con el pelo aún húmedo de la ducha en cuanto la vio llegar, acercándose por la sala a ella que venía entrando por la puerta principal, apenas se presentaba a la academia y ya estaba por empezar la reunión nocturna.

—Creo que Yui es nombre de niña, tonto —replicó Mina, alcanzando a Bakugō a paso lento y con un vaso de agua en su mano izquierda.

—Sí, es de niña —
—Es de niña —afirmaron Yaoyorozu e Iida recostados desde el sofá más grande.

Me acerqué mientras hablaban. Yo estaba también bebiendo agua y esperando a que Shōto saliera del salón de piano.

—Sí es de niña, Bakutonto, ayer me encontré con Uraraka en Solamachi, venía con su novia y dimos un paseo las tres —

—¿Ochako ya tiene novia? —preguntaron con asombro Mina y Kacchan, todos clavaron los ojos en Kyoka,

—Sí, dice que salió del trabajo donde veía a los soldados pero que se enamoró de una que estudiaba para la Fuerza Aérea —

—¿Esa es Yui Kodai? —inquirió Yaoyorozu,

—Sí —

—¡Le robaste su placa, bandida! —dijo Kacchan sin dejar terminar de responder a Jirō,

—No, me pidió que la guardara solamente y olvidé devolverla, ninguna de ellas traía un bolso —

—¿Y a dónde fueron? —cuestiona Iida, extrañamente curioso. Shōto aún no sale.

—Pues fuimos por un té al Tully's Coffee y al mirador de la Skytree, nada especial —

—¿Quién traía tanto dinero para el Tully's Coffe? —preguntó de nuevo Katsuki

—Ochako, le está yendo infinitamente mejor, y además parece que ahora no se cansa tanto, está solamente dando varias clases de violín y viola y modelando para una pequeña empresa de sombreros —ríe Kyōka —pero, bueno, con las clases tiene más que suficiente —

¿Debería dolerme? Ya había pasado más de un año, quizás dos, no llevaba la cuenta ni quería intentar llevarla. Mordí un poco la arista de mi vaso, Shōto salió secándose el cabello con una toalla pequeña, fue el último en salir de la ducha y no se enteró de lo primero que estaban conversando.

Llegó Shinsō, también tarde, con pasos sigilosos y con una sonrisa de complicidad hacia nosotros para picarle en los hombros a Jirō y asustarla, que aún estaba de espaldas a la puerta principal, lo logró y ella saltó cuando la tocó, en cuanto volteó y vio su sonrisa de triunfo rió también. Shōto y los demás lo mismo.

Llegó Aizawa con el pelo extrañamente limpio y atado en media coleta, pero la ropa igual de deplorable que siempre.

—¿Y ahora a qué evento internacional, o más bien interplanetario tuviste que asistir? —preguntó sarcástica Mina,

—Cállate niña, Emi me obligó —

—¿Emi? ¿No quisiste decir Eri? —

—Emi, me conseguí novia —rió mientras Shinsō lo confirmaba asintiendo con la cabeza, —ya saben, los guapos conseguimos novias —terminó con una sonrisa sarcástica como burlándose de todos los que ahí no tenían pareja,

Algo sobre la muerte de la Gran Shimura | BnHA fanfiction | Artists AUWhere stories live. Discover now