»𝕿𝖊𝖊𝖓 𝕴𝖉𝖑𝖊.« ᴹᵉˣᵁˢᵃ

ℚ𝕦𝕒𝕥𝕣𝕖

Perú intentaba decirme algo, pero no sabía el que decirme, pues al parecer no era tan bueno iniciando una conversación, pero luego me dijo lo que menos quería escuchar.

- ¿Como has bajado de peso?, es decir ahora estas más lindo, osea siempre fuiste lindo, pero no quise decir que eras feo, pero... pero... olvida lo que dije, ¿sí?.

Dijo el de la bandera similar a la de mi hermano.

- Je... No sucede nada, ahora estoy demasiado alborotado con papeleríos de mi gobierno, tu ya sabes..

Dije sonriendo falsamente, mientras que al llegar al lugar de la juntada, Canadá abrió la puerta, dejándome pasar a mi y a Perú, para luego pasar el mismo, al entrar los tres todos tenían su mirada posada en mí, realmente era más que incómodo, hasta que presentí como alguien se acercaba por detrás mío, como no estaba 100% seguro no di demasiada bola al asunto, asta que escuche un, "Bu" detrás mío, no pude evitar sobresaltarme al hecho, al girarme vi a Argentina.

- Oh, ¿a quién tenemos aquí?, bueno, como pude notar... tenes un cuerpo perfecto, no como antes, eras pura grasa, iagh. Bueno, ¿y si mejor me decís como bajaste de peso?.

Dijo Argentina mirándome de arriba a abajo.

- ¿Sabes que?, jodete, idiot.

Le contesté dándome la media vuelta chocando con Irán, oh mierda lo que me faltaba, ahora empiezan los reproches por mis estupideces con el nefasto gobierno que mantengo en pie, queriendo dar nuevamente la vuelta para ver a mi hermano, no estaba allá sino que con Russia, me di otra vez la media vuelta, por estas comencé a marearme, hasta que decidí sentarme, de repente al girar mi cabeza hacia el costado, vi a México, ¿se había sentado a mi lado?, será que viene a putearme, típico de ese frijolero, a mi otro lado estaba russia, al frente mío se encontraba mi hermano mayor Canadá, era raro que se sentaran al lado mío, pues siempre me sentaba solo, hasta que uno de los que estaban a mis costados se dedicaron a hablar.

- Hola, gordis, eso si que son buenas curvas y no las de la carretera de mi pueblo.

Me dijo, espera, ¿me había dicho un piropo?, ¿ahora está jugando al cursi o que mierda?.

- Go to hell, idiot.

Respondí, no me gustaban demasiado los piropos, por lo que decidí ignorarlo, hasta que otra vez optó por decir algo.

- Oh, gordis no se me enoje, ¿sabes?, llevas una ropa preciosa, pero quedaría mejor en el suelo de mi habitación.

Comencé a sentir un ardor en mis mejillas, no me jodas, que sexual sonó lo que dijo este depravado de primera, yo solo puse mis manos en mi rostro, cubriéndolo, hasta que escuché un estruendoso ruido, era méxico estaba sobre el suelo, y mi hermano lo había golpeado, diablos... lo que llegué a ocasionar, al ver que el mexicano comenzaba a levantarse, le lanzó un golpe a mi hermano, todos aprovechaban que la ONU no se encontraba para comenzar a vociferar "Pelea" repetidas veces, hasta que la ONU y el FBI, entraron corriendo, y separando a mis dos países limítrofes. 

- ¿¡Qué demonios sucede aquí?!, ¡no pasa ni un minuto y ya se quieren matar!

Vociferó la ONU, con un semblante de furia demasiada notoria.

- Ce stupide Quoi manque de respect a mon frère!.

Contestó mi hermano.

¿USA?, ¿vino?, ¿donde está?.

Respondió a mi hermano sorprendido, yo solamente levanté la mirada sin demasiado interés por el caso, en cambio, México solamente me miraba, empecé a sentirme incómodo, por esto fui al baño sin importarme que la ONU me hablase, me lavé la cara, y observe a China, rodé mis ojos, sin darle demasiada importancia hasta que el asiático habló.

- ¿Qué pasó hamburguesita?.

Me dijo el chino.

- ¿Qué pasó come perros?.

Sonreí victorioso, hasta que sentí sus manos en mi cintura, me puso bruscamente contra la fría pared, yo solo por la fuerza utilizada, solté un quejido de dolor, me comenzó a doler feo la espalda, hasta que sentí como nuestros labios se unieron forzosamente, lo intenté separar, pero como el contrario tenía fuerza solo me digné a gritar, mientras lloriqueaba, ¿enserio?, ¿en el baño?, sentí como sus besos se comenzaron a prolongar hacia mi cuello, yo solo daba  pequeños gemidos y quejidos, hasta que entró perú...