¿Estamos perdidos?

Capítulo 25: Venganza

BLAKE

Había un día desde que supimos que Violeta y Flora habían sido secuestradas y llevadas en un coche. Quedé en casa de Roma con los demás, al entrar me sorprendí al ver a los padres de Flora y Violeta en la sala hablando con mi tía Kate y los demás.

Roma me había informado que ya venían de camino y que al llegar le pusiéramos al día. Conocía demasiado bien a mi prima y podía saber que estaba hecha una furiosa, ahora ella sería cómo una bomba a punto de explotar, y no sería muy bonito ver a Roma enfadada.

Uno de los policías de ayer regresó con el móvil de Flora y se lo entregó a sus padres, él nos dijo que lamentablemente no tenía ninguna información valiosa que les pudiera dar, por lo que Criminología decidió regresarles el móvil.

–Parece que a Flora sí que le gusta hacer fotos de los demás. –comentó Erik, el padre de Flora, viendo las fotos que tenía su hija en la galería. –Oh, vaya.

Vi que se había parado en una foto que Flora hizo de Violeta dándole un beso en la mejilla a Roma, y está mirando a otro lado con las mejillas sonrojadas. Pasó algunas fotos más y sonreímos al ver la cantidad de fotos que tenía con todos nosotros, pero una foto nos llamó la atención a todos.

La foto mostraba a Roma cogiendo la mano de Violeta y dándole un beso mientras que su otra mano estaba en su espalda, y estaba un poco inclinada. Violeta estaba con las mejillas sonrojadas y al fondo se veía a Greg y Arcadia sonriendo, y a esta última haciendo otra foto.

–No sabía que Roma y mi hija fueran tan cercanas. –dijo Muriel, la madre de Violeta, algo descontenta. –Parecen pareja en vez de mejores amigas.

–Bueno, en realidad son novias. –dijo Arcadia de brazos cruzados. –Es normal que sean así.

–¡Mi hija no saldrá con una mujer! –exclamó Raúl, el padre de Violeta.

–¿Y por qué no? Yo no le veo nada de malo. –defendió Kate, la madre de Roma.

–Puede que usted no, pero los demás sí. Mi hija saldrá con Ismail, él es el chico perfecto para ella. –dijo Muriel con una sonrisa victoriosa.

–¿El chico perfecto para ella, o para usted? –preguntó una voz que todos conocíamos.

Todos nos giramos a la entrada y vimos a Roma de brazos cruzados y viendo fijamente a los padres de Violeta. Por su mirada sabíamos que no estaba muy contenta en ese momento, Roma caminó en silencio y con pasos firmes hasta Muriel. Ella la miró nerviosa y cogió la mano de Raúl cómo apoyo.

–Vaya, hasta Roma intimida a los adultos, increíble. –pensé con orgullo.

–Miré, podemos discutir esto ahora y perder un tiempo valioso. O podemos centrarnos en encontrar a Violeta y a Flora, y luego discutir el porqué no acepta que su hija sea feliz con la persona que ella elija. Usted decide. –dijo Roma sin ni siquiera pestañear.

Los padres de Violeta se quedaron en silencio mientras que los padres de Flora y Kate veían a Roma con una sonrisa. Roma se alejó de ellos y nos saludó a todos con una pequeña sonrisa, Josh apareció cargado con las mochilas y Kate solo pudo suspirar e ir a ayudarle.

Una chica rubia con unos hermosos ojos marrones entró con timidez a la casa, se acercó a Roma y le tocó el hombro para llamarle la atención. Me quedé embobado viendo a la chica y no reaccioné hasta que Greg me dio un leve codazo para llamar mi atención.

–¿Qué te pasa?

–Creo que acabo de ver un ángel. –dije con una sonrisa tonta.

Greg me miró sorprendido pero se encogió de hombros y se acercó a Roma para conocer a la chica. Miré a mi tía, quien hablaba con los demás adultos sobre alguna cosa. Me acerqué con timidez al grupo y la chica nueva me miró con una sonrisa.