Se ha liado, pollito (otra vez).

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Hay polémica en el fándom Luimelia, no importa cuándo leas esto. Y es comprensible, es un fándom grande, con gente muy distinta, y cada unx tiene su forma de pensar y sus vivencias. La última, que en realidad es una polémica que va y viene de forma intermitente, es la buena o mala representación que se está dando de la sexualidad lésbica con la historia de Luisita y Amelia. El fándom fluye constantemente entre dos orillas: la magnífica representación de la temporada 7 y la pésima imagen que nos están mostrando en la temporada 8. Todo gira en torno a un hecho recurrente y que me consta que cansa: la presencia de un tercero (en masculino) en una historia entre dos chicas. No soy experta en el tema y no he visto todas y cada una de las historias lésbicas de la tele y el cine, pero conozco la existencia de este problema y he leído sobre ello en blogs y artículos de opinión: el eterno recurso de liar a alguna chica lesbiana, o que intuye que puede serlo, con un hombre. No voy a extenderme en los estereotipos y los prejuicios que este tipo de tramas arrojan sobre el colectivo lésbico o bi, creo que todxs los conocemos. Pero sí quiero dar mis razones de porqué creo que en este caso la crítica furibunda que está habiendo hacia la serie Amar es para siempre (AEPS) no está justificada en el hecho de meter al típico tío. Y quiero hacerlo porque me sorprende un poco ver cómo en cuestión de días se pasa de poner al equipo de guion de AEPS como los mejores del mundo y casi como adalides de la causa, a prácticamente defenestrarlos y decir que poco menos que son unos timadores y aprovechados. ¿Que hay incoherencias y contradicciones palpables en la historia? Pues sí, las hay. Pero es que nadie es infalible, además de que este tipo de series se presta a eso como aquí argumentaré. Por no decir que el ser humano, en general, es de lo más contradictorio. Pero ese equipo al que muchxs estáis tirando al pozo, es prácticamente el mismo que creó Luimelia y cada tarde regala historias que conectan y entretienen, que enganchan, y que lanzan mensajes verdaderamente importantes que abarcan diversos aspectos sociales.

Vaya por delante que me lo paso muy bien entrando al "jasta" y viendo cómo se vive cada capítulo: los comentarios, las interacciones, los memes, los videos... La creatividad del personal no tiene límites y el fenómeno me flipa tanto o más que la historia que lo originó. La mayoría de vosotrxs opináis con respeto, a veces expresando lo mucho que os gustan ciertas tramas, otras opinando todo lo contrario, pero casi siempre desde una posición constructiva y con un buen balance entre las alabanzas y las críticas. Sin embargo, hay ciertas actitudes y comentarios que considero que exceden el tono; no quiero decir que todos sean exagerados (no quiero menospreciar los sentimientos de nadie), pero quizá no están hechos con toda la objetividad y la calma que serían necesarias.

Otra cosa que quiero dejar clara es que lo que escribo aquí es una simple y muy personal opinión. Intento argumentar lo que yo observo desde mi punto de vista y por supuesto no quiero minusvalorar la opinión de nadie. De hecho, varias críticas las entiendo perfectamente y las comparto. Lo que me ha impulsado a escribir esto son ciertas formas de expresarlas y ciertos razonamientos que no veo del mismo modo.

Pero vamos al lío.


Luimelia y la representación sana.

Yo considero que una representación tóxica y que ahonda en la idea de que hasta que una mujer no prueba un hombre no puede estar segura de si es lesbiana, bi o medio pensionista, es aquélla en la que una chica empieza a sentirse atraída por otra y de repente se acuesta con un chico porque empieza a tener conflictos de identidad. Esa me parece una representación pésima. O una chica que se pelea con su novia y en un arrebato se acaba acostando con su colega del trabajo. Otras representaciones que no me gustan son las típicas de las series de época como Seis Hermanas, Tierra de lobos o Acacias, en las que una de la pareja se tiene que casar con un hombre. Pero estas últimas están justificadas por el contexto. De acuerdo que es ficción y que los guionistas podrían tomarse la licencia de hacer alguna excepción y no seguir a rajatabla el contexto histórico. Pero estamos hablando de telenovelas, la mayoría diarias, que se dirigen al gran público, se escriben y se ruedan a contrarreloj, que tienen una estructura determinada y donde es necesario generar conflicto constantemente para mantener la atención del espectador. La caída en los topicazos es inevitable y a todos los personajes, incluso a los heterosexuales, les llega.

Opinión irrelevanteWhere stories live. Discover now