Rosas: El reflejo del amor || Ziam

𝑿𝑽.- 𝑶𝒄𝒖𝒍𝒕𝒐𝒔.🌹

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Zayn.
11:20 p.m.

Después de unas horas, su profundo sueño fue interrumpido por el sonido de la puerta de su habitación siendo tocada.
—Zayn —habló su madre al otro lado de esta—. Cariño, ¿estás despierto? —trató de abrir pero, como Zayn había echado el pestillo, no pudo. Así que volvió a tocar—. ¡Zayn! —dijo un poco más fuerte.

El nombrado se acomodó sobre su espalda y talló sus ojos antes de siquiera darle una respuesta a su progenitora.
—¡¿Qué pasa?! —gritó roncamente.

—¿Qué estás haciendo que no me escuchas? —cuestionó ella de vuelta—. La música no está tan alta.

—¡Estoy haciendo tarea! —mintió.

—¿A estas horas? Hijo, tienes todo el día libre, no sé porqué dejas las cosas más importantes hasta el final.

—¡Tampoco yo lo sé! —dijo.

—Bueno, como sea, solo venía a decirte que la cena ya está lista.

—¡Bajo en un momento!

—De acuerdo, ¡no demores mucho! —dijo antes de marcharse.

Zayn se sentó y se estiró un poco antes de mirar a su derecha y darse cuenta de que Liam también se había despertado. Se sintió culpable por no haberlo tomado en cuenta y responder gritando a su madre, pero de cualquier forma si no lo hacía ella no le oiría bien o sospecharía.
—Hola —lo saludó con una pequeña sonrisa como si este acabase de llegar. No sabía qué podía decírsele a alguien en un momento así... Después de haber tenido relaciones sexuales y estar despertando juntos.

—Hola —respondió Liam igual con una sonrisita. Se le veía algo desorientado por acabar de despertar. Miró a todos lados y luego preguntó—: ¿Qué hora es?

Se giró para tomar su móvil del buró y vio la hora en este.
—Las once veinticinco —respondió tranquilamente.

—¡¿Las once?! —dijo sorprendido de una mala manera—. Ay por Dios —Igualmente tomó su celular del buró a su lado y lo encendió. Apenas prendió, pudo ver cuatro notificaciones de llamadas perdidas; nueve de su madre, tres de Ruth, dos de Nicola y las más recientes, cinco de su papá—. Me van a matar —susurró.

—¿Quiénes? —cuestionó confundido.

—¡Mis papás! —respondió alterado—. Tuve que haber vuelto hace cinco horas, deben estar muy preocupados. —Se bajó de la cama rápidamente y se puso a buscar su ropa.

Zayn sintió su cuello y orejas calentarse al ver el desnudo cuerpecillo blanco. Lo siguió con la mirada de aquí para allá, analizandolo de arriba a abajo una y otra vez.

—Zayn —Liam aplaudió dos veces para llamar su atención.

Sacudió su cabeza para alejar los pensamientos que invadieron su mente.
—¿Qué? Perdón, no te escuché —admitió.

—Que si no recuerdas en dónde pusiste mi ropa interior —dijo.

—Oh, sí —Se giró hacia la izquierda y tomó la fina tela negra del buró—. Aquí tienes —dijo, tendiéndoselas.

—Gracias —Se acercó a él, las tomó y se las colocó.

—Te ves hermoso con ellas —halagó sin poder evitarlo, y es que en serio se veía malditamente bien. La delgada tela abrazaba su gran trasero con delicadeza y lo hacía relucir.

Liam sonrió mientras iba a juntar su camisa del piso.
—Gracias —volvió a decir.

—Por nada.