Día 9: Dos idiotas y un globo.

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Era uno de los amaneceres más bonitos que el mundo le pudo haber dado al joven Yunho. Los cálidos rayos del sol eran tan suaves ante el toque en la piel. Había un melodioso coro de pájaros en el patio trasero. El olor a café impregnaba su departamento. Todo era demasiado hermoso.

Pero el chico estaba dormido con tres colchas arriba de él y derramaba baba sobre su almohada.

San estaba por tirarle el desayuno que había estado preparando para él, pero se contuvo. Hoy en día las cosas estaban muy caras como para desperdiciarlas en algo así. Así que se acercó a lo que antes era la mesita de noche de la habitación, porque ahora era un basurero acreedor de ratas, y puso la charola en ella.

Quitó cada una de las sabanas sin delicadeza y miró con más enojo como el chico dormía sin ropa. No llevaba nada puesto.

—¡Yunho! —Gritó mientras le golpeaba la cabeza con una almohada—. Tienes que ir a trabajar. ¡Eres un puerco!.

Yunho se levantó enseguida usando sus brazos como escudo para evitar los golpes de San. — ¡Ya, ya! ¡Un buenos días hubiera estado bien, Sannie!

San respiró profundo y dejó la almohada en la cama. Observó como Yunho limpiaba los restos de baba que quedaban en su mejilla derecha. — ¿Por qué nunca limpias tu habitación?

—Si la limpio, pero es que viene Woo y hace un desastre en ella. —Mintió, fingiendo tristeza.

— ¿Wooyoung también usa tu ropa interior y la deja sobre la lampara? —Preguntó irónicamente el menor.

— ¡Puede suceder!

San se tranquilizó y le pidió lo mas amablemente a Yunho que se levantara y se bañara para que después limpiara profundamente su habitación y se largara a la universidad. Yunho alegó que eso no se podía hacer en un solo día, y que se conformara con solo ir a la universidad. San iba a tomar de nuevo la almohada pero Yunho lo detuvo rápidamente para gritarle suplicante que ya se iba a meter a la ducha.

—Eres un adulto, Yunho. Te amo y todo pero me desespera que seas tan infantil y desordenado. —murmuró recogiendo la ropa sucia del suelo— Deberías siquiera levantarte temprano y bañarte todos los días. O al menos cuatro días a la semana.

— ¡Pero si nadie se ha muerto por no bañarse! —Alegó desde la ducha.





(...)





—Yo creo que deberíamos cambiar el color del auto, ese verde mayate no queda con nuestro estilo. —Propuso Seonghwa limpiando a profundidad el auto de la tienda— Y también las placas. ¿Se puede poner mis iniciales?.

Hongjoong y Mingi le miraron seriamente.

—O las de ustedes, yo solo opinaba...

Mingi quería llorar, extrañaba cuando todo estaba bajo su control en la tienda. Tristemente eso pasaba cuando trabajaba solo y no con un niño emo/cute, un invalido y un chico fresa. Hongjoong le reconfortó acariciando su hombro mientras le pedía que entrara a la tienda y que el se encargaría de Park.

— ¿Cómo van las ventas Jongho?

Jongho se despidió del cliente que estaba atendiendo y levantó en pulgar hacia Mingi. —Irían mejor si Wooyoung fuera más rápido.

—Bueno, señor perfecto. —Alegó Jung dejando de desempacar peluches— Sería más rápido si el hijo de Britney Spears estuviera ayudándome y no dando autógrafos afuera.

—Ya le di una tarea para que hiciera. —Avisó Hongjoong entrando a la tienda. —Yo te ayudo con eso, Woo.

Mingi sonrió encantado con su pedacito de cielo, con su media naranja, con el amor de su...

¡¿Dónde está Shiber?! || ATEEZWhere stories live. Discover now