Cercanía...

5.4K 243 15
                                    

  Transcurría un dí como cualquier otro en la Corporación Cápsula, hogar de la familia Briefs, los cuales, una vez más, aceptaban un nuevo huésped en su casa. ¿Sabrían ellos que era un huésped algo... peculiar?

Claro que no.

Pero que cambiaría la vida de la heredera Briefs era, a pesar de que no lo supieran, algo muy cierto.

Vegeta era un saiyajin exigente de clase alta, "perteneciente a la élite" como solía decir él; para ser más precisos era el príncipe de la prestigiosa raza de extraterrestres, caracterizado por su orgullo, su inteligencia, su frialdad y su objetivo en el campo de batalla (y en la vida cotidiana).

El destino cruzó su camino con Bulma Briefs, una muchacha orgullosa y altanera, bella e inteligente, que vivía de lujos en la C.C. y prefería no ser molestada. Su carácter amable pero altivo, su facilidad para enojarse (como cierto príncipe), sus virtudes y defectos se encargaron de cautivar a muchas personas a lo largo de su vida y a una en especial.

-¡Mujer! ¿Qué estás esperando para servirme el almuerzo? ¡¿Que no ves que me haces perder mi valioso tiempo?!- dijo un alterado Vegeta, que ya había esperado demasiado para su comida del mediodía.

-¡Ya te he dicho que tengo nombre! ¡Y también te he dejado muy en claro que no me agrada que me apresuren!- exclamó Bulma cansada de sus gritos y exigencias.

-No me cambies de tema...-susurró Vegeta recuperando la calma -. Sabes que no soporto esos repentinos y diarios cambios de horario. Parece que lo hicieras apropósito. Si no quieres que este lugar vuele en pedazos será mejor que te apresures - continuó con una macabra sonrisa de lado.

-¿Vas a comenzar?- dijo ella.

  Esas tres simples palabras bastaron para que a Vegeta se le saturara la poca paciencia que tenía, entonces tomó a Bulma por los hombros y la sostuvo con firmeza contra la pared, a tan corta distancia que se estremeció.

Vegeta: -Escucha esto atentamente, terrícola, hoy no estoy de humor para lidiar contigo y debo entrenar, así que será mejor que hagas lo que te conviene y no te cruces en mi camino, ¡debes obedecerme!- Vegeta la zarandeó un poco y la miró a los ojos, aquellos expresivos ojos azules que lograban hipnotizarlo.

El rostro de Bulma empalideció, y sus ojos y labios denotaban un terror inexplicable.

Vegeta le dedicó una fría sonrisa de lado y la soltó abruptamente. Luego de eso le dijo: -No te haré daño si haces lo correcto, aún así, te sugiero que tengas cuidado.

Bulma cayó al suelo, el terror se había mezclado con una extraña sensación, al verlo tan cerca suyo le había causado un sentimiento inexplicable, una increíble atracción... sin duda la mejor experiencia de su vida. Apenas se había ido y ya quería verlo así de cerca una, dos, infinitas veces más.

¿Qué era aquello?

Suspiró levemente.

Estos pensamientos le recordaron inevitablemente a Yamcha, se preguntó el porqué de aquello y se levanto emitiendo un aliviador suspiro, y se alejó de allí recordando las toscas y firmes facciones del príncipe y aquellos penetrantes ojos negros...

Lazos del Destino [Vegeta & Bulma] COMPLETADOWhere stories live. Discover now