Promiscuidad

11 2 0
                                    

Jimin era mi angel guardían. Bueno en realidad no sabía muy bien lo que él era, pero así me gustaba llamarlo. Él era diferente a mi, pero no solo por su aspecto fisico, sino porque el emanaba algo, algo que no puedo explicar siquiera con palabras. Verlo era totalmente placentero. Por eso oor mucho tiempo asumí que era algún tipo de angel. Podría jurar que por las noches él brillaba, todo su ser deslubraba. Sus labios se volvían más atractivos. Sus ojos perfectamente oscuros, su mirada, lograba estremecerme, y decíar nunca jamás ver otra cosa que no sea él. Solo deseaba poder tocarlo y que él hiciese lo mismo conmigo. Era terrorifico lo que causaba en mí.
Por esa razón Jimin preferia no mostrarse de noche ante mi. Creía que yo no era tan fuerte de mente, y tenía toda la razón. Decía que su naturaleza probocaba esos deseos en las personas, por eso muchas veces subestimo mis verdaderos sentimiento, diciendome que yo era puro deseo irracional cuando lo veía a el de noche.
Debido a eso, solo su voz me acompañaba en mis noches de insomio. Contaba cosas inimaginables, que me demostraba las tantas vidas que vivó y que yo jamas lograría vivir. Me enseñaba cosa nuevas siempre, aprendí por él lo que era el amor, la comprensión, la empatía, el tener a alguien que te escuches y ayude. Yo le enseñe la inseguridad, el miedo, la soledad, lo que era estar roto. Le conte traumas y secreto que siquiera me permitía pensar.
En una de nuestras tantas charlas, le pregunte:
-¿Cuanto tiempo te quedaras junto a mi?
No dijo nada, se mantuvo en silencio un largo rato, creí que se había ido o que había decidido ponerle fin a nuestra conversasión. Probablemnte fui inoportuvo con mi pregunta, pense. Pero entonces, de entre sus labios, se oyó una risita suave acompañada de la respuesta mí pregunta.
-La verdadera pregunta querido yoonie, es; ¿Cuanto tiempo tu te quedaras junto a mi?. Es algo en lo que no me gusta pensar, realmente hace que mi estomago duela. No quiero que eso pase, pero es imposible envitarlo. Es algo que acepte cuando porfin decidí mostrarme.
Su figura aparecio en medio de la oscuridad, su rostro solo lograba ser vicible por la luz que reflejaba la luna. Me pare de mi cama casi como instinto y me acerque un poco a él. No se alejo, solo me miro y puede ver por primera vez angustia en sus irreales ojos. Hable.
-¿Qué aceptaste?
  Nuestas mirada fijas, inertes el uno en el otro, como si no existiese otro ser en el mundo, en el universo. Amor y deseo en nuestros ojos.
-Acepte que no eras para siempre. Así que porfavor dejame disfrutarte en este momento, dejemonos disfrutar este momento.
Probe sus labios por primera vez esa noche.

crybaby ʚ ym ɞWhere stories live. Discover now