Give me Strength

XXV

Valentina

—¿Valen?...

Juliana salió de la habitación dejándome mil cosas girando en la mente.
Quiere estar conmigo y estuve a punto de confesarle lo de mi madre...Yo también deseaba estar con ella...Pero no soportaría su odio si se entera de lo que hizo la mujer que me dio la vida; quizás podría ocultárselo... total, no fue mi culpa y es casi imposible que ella una los cabos sueltos.

— Joder... — Luisa se quejó y empezó a moverse. Me acerqué a ella para ver como se encontraba.

—Aquí estoy Lu ¿Cómo sigues? — Le acomodé el cabello color oro que se encontraba  desordenado sobre su cara, y la inspeccioné. Se veía menos pálida...

— Mal Valen... me duele la cabeza, todo gira y tengo náuseas.

Me levanté y acerqué el bote de basura a la orilla de la cama por si lo necesitaba, luego me senté junto a ella.

— Se puede saber ¿Qué pasó? ... nunca te había visto tan tomada.

Luisa se abrazó a la almohada y una lágrima resbaló por su mejilla. Me dolió tanto verla así, que llevé una de mis manos a su espalda para consolarla. — Shhhh... ¿Qué pasa? — Luisa se abrazó aún más a la almohada mientras yo seguía acariciando su espalda de arriba a abajo con mi mano.

— Fui a visitar a mis padres Valen. Mi papá está en tratamiento y está mejorando... Ha estado recordando cosas... por ejemplo: que me odia y no quiere verme...

La rubia se apretó aún más contra la almohada.

Claro que sabía que su padre estaba en tratamiento, yo misma lo estaba atendiendo, pero su madre no quería que "Lucia" lo supiera.
Y si, efectivamente su papá tiene Alzheimer, una enfermedad degenerativa para la cual no hay cura.
Fue por eso que les propuse entrar a un protocolo de investigación para un nuevo medicamento que están estudiando en el hospital, al parecer está dando buenos resultados...

—Tranquila Lu... dales tiempo, estoy segura de que se les va a pasar.

—No lo se Valen... Me siento culpable, por un lado me da gusto que el medicamento haga que mi padre se deteriore menos. Pero por otro lado, hubiera querido que no recordara todo lo que les hice.

Se incorporó quejándose un poco y luego me miró.
La conocía tan bien, que sabía que algo más le preocupaba.

— Eso no es todo ¿verdad?...— Le pregunté y negó con la cabeza.

— Sergio me pidió que fuera su novia...

— ¡¿Qué?!... — la noticia me sorprendió bastante. — pero eso es bueno ¿no?

Volvió a negar con la cabeza.

Sergio es un buen tipo y ha demostrado desde el principio interés por mi amiga. Pero Luisa escondía algo, podía leerlo en sus ojos.

— Le dije que no... dios Val, es solo el ayudante en la iglesia.

Se me contrajo un poco el estómago, no podía creer que después de lo que vivió con sus padres, estuviera juzgando a Sergio.

— No cometas el mismo error que con tus padres Lu. Sergio es buena persona.

— No es solo eso...¡Por dios Valentina! — Se desordenó el cabello— ¿Podrías dejar de fingir que no sabes que estoy enamorada de alguien más?

¿Enamorada de alguien más? Por más que le daba vueltas en mi mente, no sabía de quién hablaba. Hasta que una frase vino a mi cabeza: "... y tú también me gustas".