Musubi | woosan

Capítulo 06

El día de la supuesta cita había llegado.

San mentiría si decía que no estaba nervioso, pero lo estaba realmente. Sentía que sus manos sudaban y movía la pierna impacientemente.

Se encontraba sentado en una de las bancas del parque donde ambos chicos habían quedado verse, el mayor decidió ir más temprano de lo acordado para lograr estabilizarse y quitarse todos los nervios, pero no estaba funcionando.

Su pierna estaba empezando a doler, moverla durante casi hora y media no había ayudado en nada y ahora se arrepentía de haberlo hecho.

Había muy pocas personas en aquel lugar ya que era jueves, y por lo regular todos entre semana se encontraban trabajando o en la escuela, pero aún así había unos cuantos niños jugando en el área de juegos.

Observó como el hilo de un niño pequeño se entrelazaba entre los demás hasta llegar al meñique de otra niña que se encontraba en el otro extremo de aquel juego. No evitó que una sonrisa sincera apareciera en sus labios cuando ambos pequeños comenzaron a jugar juntos, divirtiéndose inocentemente sin saber que estaban destinados.

Otra vez pensaba que era increíble como el destino creaba el camino de la vida de las personas, como había caídas y como llegaba alguien para levantarte. Por un momento pensó si Wooyoung sería parte de su destino, la manera en cómo lo había conocido fue bastante confusa y la vez que se habían encontrado por casualidad parecía imposible. Pero negó toda posibilidad, ya que para San, el destino no existía para él, y eso lo delataba su meñique vacío.

Siguió observando a aquellos pequeños hasta que ambos se despidieron yéndose con sus mamás, preguntándose si alguna vez había tenido algún tipo de contacto con su destinado.

—Espero que se vuelvan a encontrar, sería realmente una pena si no lo hacen.

—¿De quienes hablas?

Choi dió un pequeño brinco en su lugar, estaba perdido viendo aquella escena que no se percató que el pelinegro ya había llegado a su tan esperada cita, o al menos así la llamaba el rubio.

—No es nada, otra vez hablaba sin pensar —respondió con un poco de pena.

—Realmente quisiera saber en qué piensas, Choi, siento que guardas algo importante que quieres decir pero no puedes.

San sintió cómo un escalofrío cruzaba su cuerpo. Era como si Jung pudiese leer sus pensamientos, pero sabía que eso no era posible. Aunque el más bajito tenía razón. Siempre quiso contarle a alguien sobre su extraño caso, pero después de que su propia madre lo tratara de loco, había tenido miedo de contárselo a alguien más y que se alejara de él, como lo había hecho ella.

Siempre había sido su madre, su abuela y él, su progenitor se encontraba divorciado de la mujer y ya no vivían juntos, más sin embargo Choi lograba verlo al menos dos veces al mes, pero nunca desarrolló la confianza suficiente como para contárselo. Aunque nunca imaginó que su mamá lo ignoraría después de contarle todo. Sintió que su corazón se partía en mil pedazos cuando su progenitora lo ignoraba, pero su abuela siempre estuvo para él y le dió los mejores consejos, aunque no le hubiese contado nada.

Cuando creció, su abuela falleció y solo quedó su madre que ni siquiera le dirigía la palabra, así que cuando cumplió la mayoría de edad, no dudó ni un segundo para conseguirse un trabajo y un departamento para alejarse de aquella mujer, no la odiaba, pero solo no quería darle más problemas.

Así fue como a sus cortos dieciocho años el rubio se quedó solo, pasando ratos con Yunho y Yeosang, sus únicos amigos, los cuales no sabían nada de su capacidad, así que nunca había tenido alguien con quien hablar de eso.

Pero ahora estaba cierto pelinegro el cual al verlo le provocaba mariposas en el estómago, el cual no tenía un hilo definido y que quería saber todo de él. Le parecía extraño que alguien se interesara en él, tenía miedo de saber lo que pasaría si le contase todo, pero algo dentro de él sentía que sería de confianza y que era diferente. Tal vez era hora de decir todo.

—Bueno, ¿comenzamos nuestra pequeña cita?

El rubio asintió y por primera vez en su vida, con una confianza que no sabía de donde había salido, tomó el brazo del otro y lo enredó con el suyo, empezando a caminar por aquel parque.

͙⁺˚*･༓☾　💛　☽༓･*˚⁺‧͙

Corté el cap porque sino iba a salir muy largo y mejor los dejo con la intriga 👀

En la parte de ambos niños la saqué de una situación que observé hace un tiempo. Había dos niños jugando y cuando uno de los dos se tenía que ir, el otro le gritó "NO OLVIDES MI NOMBRE". Bro, casi lloro ahí

No soy fan de los niños, pero eso me llegó al corazoncito de limón que tengo 😔✊🏽

Ahora ya saben un poquito del pasado de San, así que no se enojen con él si es re penoso, denle tiempo hahaha

Nos leemos ~

- Ren 💛