Bueno este “One-Shot” fue a pedido de javi_sakamaki. Espero que les guste. Es de Ayato Sakamaki x Reader y dejen más sugerencias en los comentarios porfis.
¡Besos!
MirosRoos.
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-__________, ¿Me estás escuchando?-Preguntó Ayato algo enojado. No estabas prestando mucha atención. Nunca lo hacías.
-¿Eh? Si…si.-Dijiste. Agarró mi mentón y me obligó a mirarlo.
-Oe, si me pediste que te ayude con historia aunque sea presta atención.-Dijo.
-¡No entiendo nada!-Dijiste.- ¡Mi memoria no puede retener tantas cosas!
-Pero si puede retener los nombres de todos los animes que ves con sus personajes, ¿No?-Dijo sarcástico. Te sonrojaste.
-Bueno…sí.-El seguía mirándote fijo y sosteniendo tu mentón. Sonrió.
-Es sencillo.-Dijo.
-¡No lo es!-Gritaste. Soltó tu mentón y pegó al escritorio haciéndote saltar de un susto.
-Bueno, hagamos así. Intenta memorizar las siguientes oraciones, con cada error te castigaré.-Dijo.
-¿Qué clase de castigo?-Preguntaste incrédula.
-Algo que a Ore-sama le gusta mucho.-Se lamió los labios. Desviaste la mirada sonrojada.
-¿Qué cosa?-Dijiste. Te agarró de la camisa y te empujó contra la pared dejándote sin escapatoria entre sus brazos.
-¿Enserio quieres obligarme a decirlo?-Dijo malicioso. Se acercó a tu oído para susurrarte algo.-Qué chica mala.-Soltó una risita.
-No…para.-Tu cara estaba completamente roja. Oíste que Ayato soltaba otra risita.
-No, chichinassi.-Dijo. Te soltó dejándote paralizada y arrojó todos los libros y papeles que había sobre el escritorio. Agarró tu brazo y te recostó sobre el mueble. Te intentaste soltar pero Ayato era demasiado fuerte. Se puso sobre ti dejándote sin escapatoria y se acercó a tu oído.-No pelees.-Sonrió. Lamió tu cuello cariñosamente obligándote a soltar un leve gemido.-Eres tan lujuriosa.-Cerró sus ojos y te mordió el cuello. Empezó a succionar tu sangre. Te relajaste un poco al ver que tal vez su castigo era ese y no algo…de mayores. Dejaste de forcejear y Ayato abrió los ojos.-Así que te gusta.
-No es…eso.-Tartamudeaste.-Si el castigo es que tomes mi sangre no es tan malo.-Desviaste la mirada.
-¿Enserio crees que es solo esto?-Se acercó tanto a ti que sentías su respiración.-Solo estoy comenzando.-Fue hacia tus jeans y los desabrochó. Le diste un golpe en el pecho alejándolo un poco. Pero volvió una milésima de segundo después a estar tan cerca como antes.-Sé que me deseas.
-¡Basta!-Gritaste. Te dejó completamente inmóvil al besarte tan apasionadamente. Jugó con tu lengua inexperta haciéndote soltar leves gemidos. Te alejaste para tomar aire.
-¿Tanto asco te doy?-Preguntó. Lo miraste. Su expresión había cambiado, ahora era…triste.
-No es eso.-Dijiste muy bajito.-Es que…es demasiado repentino. Ayato se te quedó mirando. Ayato se levantó del escritorio, agarró un papel y una lapicera. Escribió algo y se volvió a acercar. No para besarte si no para dejar el papel en tu bolsillo. Cerró la puerta a salir. Sacaste el papel para ver que era. Era su número telefónico y en la parte inferior decía “Llámame”. Sonreíste.
