Beautiful Stranger. |Dofia|#1

16.

Sofía por primera vez tenía miedo de sus alcances, sus manos aún estaban manchadas, no había tenido tiempo de pensar en que debía deshacerse de las pruebas que la hicieran sospechosa.
Llegó a su departamento y Chloe se llevó un gran susto al ver a la castaña llena de sangre.

—¿Qué pasó?—preguntó preocupada.

—Esta muerta... Esta muerta.—balbuceaba la castaña.

—¿De qué hablas?—

—Tanya...la mat...aron.—la castaña comenzó a llorar, Tanya era su única familia y ahora estaba muerta, por su culpa.

—No puede ser...—la rubia observó a la castaña llena de sangre, sin pensarlo la abrazó, —mi hermosa extraña debe estar muy mal—pensó, sin saber que tenía una asesina psicópata frente a ella y que pensaba matarla también.—Ven, siéntate, te haré un té.—la llevó a la sala y la sentó, fue por el té y en cinco minutos ya estaba de regreso.
Después de vario tiempo en silencio, Sofía volteo a verla, su mirada se posó en sus labios rojos.

—Yo soy esa persona...—murmuró.

—¿Cuál?—Chloe puso su atención en ella.

—La que te enviaba mensajes, creías que era un chico y cuando te pregunté si te enamorarías de una chica... Dijiste que no, por eso ya no te escribí.—confesó la ojimiel. —Mi nombre es Sofía.—la rubia aún estaba desubicada, pero por fin sabía quién era la persona de la que estaba enamorada y su nombre. La rubia no emitía ninguna palabra, sólo observaba con sus labios entreabiertos.—Tienes unos labios que mataría por besar.—y la castaña no mentía cuando hablaba de matar.
La rubia no lo pensó dos veces y se lanzó a sus labios, había sido un beso tan desesperado que Sofía ni siquiera tuvo tiempo de sentir algo, era común en una persona psicópata, la castaña nunca se había enamorado en verdad, sólo conquistaba a las personas y las mataba, pero nunca supo qué más hacía una persona enamorada.
Sin poder contenerse Daccarett comenzó a llorar, eso era nuevo en ella, acababa de matar a su mejor amiga, se sintió en confianza al estar con Chloe. La rubia la abrazó, quería calmarla.

N/A.

Últimos capítulos, mis amigos.