𝑷𝒓𝒊𝒎𝒆𝒓𝒐

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— ¿Vos me estás cargando?

Llevaba ya media hora en una guerra con una de las secretarias de la escuela, ¿Cómo se atreve a decirme que no me puede poner en un curso de matemática avanzada?

—Señorita Massini, ¿Qué parte de no tenemos un curso avanzado no entiende?

—Pero si en el folleto decía que había uno...

—Pero no está disponible por los momentos señorita.

— ¿Vos pretendés que yo valla a ese curso con un montón de retrasados? Mejor me quedo en mi casa y espero la graduación. — ella no dijo nada, siguió rayando y haciéndole tachones a un papel. — Seguro ni sabés quien soy yo. Soy Rubi Massini Lagarreta, hija de Roberto Massini y Maria Alejandra Lagarreta. Yo puedo hacer que a vos te despidan. Mi familia es de plata, de poder.

—Señorita, por favor, le pido que no complique más las cosas y vaya a su aula.

— ¡Pero yo no puedo estar en un curso con matemática general! ¡Si yo ya vi todo eso!

—Lo siento mucho señorita, pero no puedo hacer más nada por usted.

Me marché de ahí lo más rápido posible. Mi mal humor de hoy había sido elevado al nivel Dios. Este problema con la secretaria me ha hecho quemarme la cabeza. Ya me estoy ortivando demás. Voy caminando re frustrada por el pasillo cuando de repente un pibe me choca, ¡Lo que me faltaba!

— ¿Y vos boludo? ¿Qué estas ciego acaso?

—Lo siento mucho... ¿Eres nueva cierto?

— ¡Que garrón! ¿Por qué lo decís?

—Porque has chocado conmigo, se nota que no sabes ni por donde vas.

— ¡No te hagas el gil, pibe! ¡Que fuiste vos quien me chocó a mí!

—Pero yo me he disculpado, tú no lo has hecho.

—Pero si yo no tengo que disculparme por nada... Fuiste vos quien me chocado. No yo.

—Igual deberías disculparte.

—Vos estas armando un bondi conmigo que, nada que ver.

¿Ahora este pibe qué? Ha sido él el que ha tropezado conmigo, no al revés. Lo veo soltar una sonrisita y no puedo evitar pensar en lo lindo que es. ¡No! ¡Rubi, ya concentráte! Frunzo el ceño y me cruzo de brazos, el pibe lo que hace es echarse a reír nuevamente. ¡Qué problema con él! Dios me salve de tener que compartir clase con este pibe. De repente, en medio de mi enojo y en medio de su risa, una rubia de ojos verdes apareció en medio de nosotros dos. La chica tenia porte y elegancia, una mujer de clase, sin duda alguna. Gracias universo por mandar en mi rescate a una chica decente. Luego, al dejar de lado mis pensamientos y enfocar mi vista en la rubia, me di cuenta de que también traía el ceño fruncido.

— ¿Todo en orden Samuel? ¿Te está molestando está?

¡Pero que pregunta más ridícula acaba de hacer! Yo estoy enfadada y él está que estalla de la risa, ¿Pero yo le estoy molestando a él? No jodás Rubia... Vale... Todas mis esperanzas de estar con alguien integro en esta institución.

— ¿Pero vos estas mal de la gorra o qué? No ves que es él quien me está molestando a mí, mina.

— ¿Perdón?

—Ya me escuchaste. Él pibe éste se está burlando en mi cara. ¿Es tu novio?

—No, no es mi novio.

Su expresión se puso fría al instante. Y la del pibe atrás también. El aura del sitio que nos envolvía a los tres se puso tensa en el momento por parte de mis acompañantes. Algo raro pasaba entres estos dos, era obvio.

—Ah, perdona, es que como vi que lo defendés tanto, yo supuse que...

—Pues no vuelvas a suponer nada.

—Mirá qué buena onda que sos. — le dije sarcásticamente.

—No necesito ser buena onda con nadie, no me interesa.

—Entonces... ¿Si tu no vas a ser bueno onda conmigo...? ¿Él sí puede serlo? Disculpá chabón, podés llevarme al aula donde dan química porfa, que para allá tengo mi primera clase.

—Pues sí, nosotros también vamos para allá. Primero déjame encontrar a Nadia y Rebe...

—Tranquilo Samuel. — hablo rápidamente la rubia. Esta vez sonaba más pasiva y dulce, pero con una voz seductora que trataba de utilizar en el pibe frente a mí. — Si quieres, ve y busca a tus amiguitas tranquilo, que yo me encargo de la nueva.

—Pará mina, a mí no me llamás nueva. Mi nombre es Rubí. Y vos no me podés llamar como se te dé la gana, que para algo mis papás pasaron nueve meses buscándome un nombre como para que vengas tu a cambiármelo en tres minutos.

—Entonces tú sí que puedes llamarme a mi piba, mina y todas esas cosas... — su tono era como más de pregunta que de afirmación. Yo titubee un poco pensando en qué responderle. — No me parece justo.

— ¿Cómo te llamás? A ver, sino me decís tu nombre cómo te llamo entonces.

—Me llamo Carla Rosón Caleruega.

—Rubí Massini Lagarreta.

La piba... perdón, Carla, me dio una mirada que supe identificar como "sígueme" y nos alejamos muy pronto del lugar, dejando a Samuel atrás muy fascinado, supongo, por la actitud de Carla. Al cabo de unos segundos caminando ella me preguntó si quería pasar primero a mi casillero y yo le dije que no, prefería ser la primera en llegar al aula de clases. Llegamos al salón y ella se sentó junto a mí, y a los pocos minutos el salón se llenó de gente. Vi a carla ponerse tensa y seguí su mirada para encontrarme a Samuel, una chica de ojos azules y una de ojos oscuros entrando sonrientes. La profesora detuvo a una de ellas en la puerta.

— ¿Usted es la alumna nueva no? — dijo tomándola del brazo, luego murmuro. — una de las nuevas...

—Claro que yes. — Soltó ella y todos estallamos en risas ante su elocuencia — Ah no pues...

—Por favor, les pido a las señoritas Montenegro y Massini que se pongan de pie y se aproximen al frente posicionándose cada una al lado de la señorita Marval.

Me levanté y me posicioné al lado de la tonta del comentario. Esperando que llegara mí turno.

La primera en hablar fue la otra chica que se levantó junto a mí. —Buenos días, mi nombre es Renata Montenegro. Tengo 17 años, soy mexicana, vengo de la ciudad de México. Con un promedio de 9.

Instintivamente todos se giraron a ver a la chica del medio, la del cabello largo. Ella parecía asustada, luego recobró la compostura y habló. — Muy buenos días a todos, mi nombre es Roxi Marval y nací en el estado Nueva Esparta, en la república bolivariana de Venezuela. Y mi promedio es de 17,5. Ah, y tengo diecisiete años.

Llegó mi turno, yo no estaba para nada nerviosa. —Buenos días, y un cordial saludo a todos mis compañeros. Me llamo Rubi Massini Lagarreta, nacida en la provincia de Córdova, en Argentina. Vengo de una familia adinerada y de buena posición social. Tengo un promedio de 10 sobre 10, y tengo diecisiete años.

En ese momento, ninguno de los que estaban ahí sentados se imaginó que esas tres chicas, serian la perdición de Las encinas.

ℝumors | 𝔼liteHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin