Capitulo 4

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Alan Manco, era un viejo amigo mio, lo conoci a los 6 años, es un buen hombre, desde siempre a sido mi confidente y mi único amigo por esa razón no dude ni un segundo en contarle mi situación

Los dos estamos sentados en el parque todo le conté todo lo que había pasado, solamente ocultándole mi secreto ya que ni él lo sabia

- Es un maldito- dijo obviamente furioso- no deberías regresar a ese lugar-

- Sabes que me gustaría hacerlo, pero él es un noble y nosotros apenas unos plebeyos, si hago algo contra él yo términare mal, yo y mi familia- dije bajando la mirada

Alan puso sus manos en mi mentón, alzando mi mirada, para que mi rostros quedqra justo enfrete de la suya

- Mónica, eres una mujer muy valiosa para mi, y sabes que nunca haría nada por perjudicarte... Entiendo tu punto de vista creeme que lo entiendo, pero el simple echo de pensar que ese hombre te lástima me enloquece... - el hombre mordío sus labios con algo de frustración- te puedo aconsejar pero al final sera tu decisión, yo te apoyaré en todo, pero, si veo a ese hombre, creeme que no podre controlarme-

Sus palabras me tranquilizaron, en parte, realmente me encantaba estar a su lado, una vez que acabo de hablar unas lágrimas se asomaron por mis ojos y lo abrace fuerte

- Gracias- fue lo único que dije antes de romper a llorar

Alan me abrazo firmemente y con todo el amor y cariño que una persona puede dar

Me gustaban sus brazos, eran cálidos y lindos, me recordaban mucho a los de mi mamá... Mamá, me pregunto que pensarías tu al respecto

Después de hablar con Alan el insistió en llevarme a mi casa, regrese a mi hogar y pensé que Alan se iría apenas llegara a mi casa, pero él se quedo todo el día, hasta que llego la noche

Esa noche...

Mi tía se fue a dormir y Alan me ayudo a acostar a mis hermanos

Mi tía confiaba en Alan así que se quedo en la casa a dormir, para ese momento solamente yo y él seguíamos despiertos

- Mañana tienes que volver, ¿no?- pregunto el hombre que estaba sentado en la mesa y con una taza de té de vainilla en las manos

- Si, tengo que volver- dije lavando los platos

- mmm...volverás, ¿no?- volvió a pregunto

- ¿volvere?, ¿hablas de volver al pueblo?- pregunte

- Si- dijo Alan con voz entre cortada

- Claro que volvere- conteste, aún lavaba los platos cuando Alan se acerco por detrás y me abrazo, su abrazo fue repentino pero muy confortante

- Por favor... Solo regresa viva- susurro en mi oido y senti sus lágrimas caer sobre mi hombro, yo gire a verlo y lo abrace con fuerza, la verdad no sabia si volvería

Llego la mañana siguiente, y antes de que el sol saliera y cuando todos estaban dormidos aún, salí de mi casa y subi al carruaje para ir a la mansión de Lord Baker

Como me arrepiento de haber vuelto

Llegue a la mansión cuando apenas salia el sol, toque la puerta y me abrió el mayordomo Jhon

- Buenos días señorita, que bueno que volvió- dijo Sonriendo

- Buenos días - le conteste de la misma forma

Me dirigí a mi habitación y apenas entre cerré la puerta, pero apenas lo hice oí la voz de Lord Ronald

- Entonces, solo fuiste al pueblo a ver a tu novio- dijo el Amó cuya voz provenia detrás de mi

Voltee a verlo, pero apenas lo hice, el amó me golpeó con una barra de metal


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