20: nuestro momento

129 10 8
                                    

Desperté llena de energía, no podía creer que Dominic hubiese pasado la noche en la casita, y que en un rato partíamos a Viña, mi lugar favorito en el mundo, realmente no podía creer que compartira algo tan importante con él.
Como eran vacaciones de invierno no podríamos hacer surf, ya que en agua de Chile es realmente helada, y en invierno es casi insoportable. Pero habían muchas cosas por hacer, y mi favorita nos esperaba "salir a caminar sin rumbo alguno" siempre amé salir a caminar, con musica, perdida en mis pensamientos, pero siempre que lo hacía lo hacía soñando que algún día compartiría eso con alguna persona especial, y esa persona había llegado.

Hace mucho tiempo que Dominic no dormía tan relajado. Al principio se sintió algo nervioso, esta acostumbrado a dormir en hoteles con mucha luz, aviones, buses, etc. Dormir en "la casita" fue en un principio extraño, ya que realmente no se sentía ningún ruido, lo que dejaba algo nervioso a nuestro artista, pero luego de unos minutos pudo disfrutar de ese silencio que muchos pagarían por escuchar, cerro los ojos y descanso, como hace mucho no lo hacía. Por primera vez en su vida se sentía completo, sentía un sentimiento tan puro, un sentimiento que no se puede encontrar en las drogas, lo asustaba, pero era aterradora mente bello...
Se despertó con los primeros rayos de sol saliente. Miro la hora, 7 a.m. aún quedaban unas horas de sueño, ya que se juntaria con la familia de Ana a las 9:30 para tomar desayuno, y salir a la playa.
El padre de Ana los acompañaría, pero solo los dos primeros días, ya que tenía que trabajar en la semana. Lo que de sierta forma dejaba muy tranquilo a Dominic, ya que Ana le explicó que su papá era "el de las reglas" mientras que su madre era como ella, más permisiva y más feliz (lo que le causó a Dominic sierra gracia, ya que Ana era realmente muy alegre).
Dominic no sabia como matar el rato, se sentía tan aliviado que le era imposible retomar el sueño... de pronto sintió correr algo fuera de la cabaña, algo grande, un escalofrío recorrió su columna. Ana le había mandado un mensaje diciéndole que solían "penar" en el recinto, por lo que Dominic rápidamente se pasó una película por su cabeza, e intentó no hacer caso al ruido, pero volvió a sentirlo otra vez, hasta que de pronto sintió que algo golpeó el muro de la cabaña. Fue en ese momento cuando se levantó de la cama, miró a su alrededor, no había nada para defenderse más que una escoba, la cual cogio de inmediato, para luego abrir la puerta lentamente... al principio abrió solo un poco, observó y no vio nada, por lo que un poco más relajado abrió la puerta completa... hacia frío, realmente hacia mucho frío, por lo que enseguida se veía salir el aire de la boca de Dominic, quien suspiro aliviado, pero un segundo antes de terminar de cerrar la puerta, una fuerza abrió esta de par en par, haciendo caer a Dominic al suelo, quien confundido y asustado alzo la vista, y rápidamente se encontró con una lengua lamiendo todo su rostro... era una hermosa Husky siberiano, de cabello plateado y ojos cafés, quien traía puesto un collar calipso adornado con calaveras plateadas, Dominic le sonrió al animal, quien con micha energía no dejaba de mover la cola y de ladrar fuerte y digamos particularmente, Dominic nunca había escuchado ladrar a un perro de tal forma, ya que esta perrita ladraba con distintos tonos, como si quisiera conversar
Él solo sintió y acarició a la perrita, quien de pronto salió corriendo y se subió a la cama en la que Dominic había Domirdo.
-¡hey tu! Baja de ahi- pero la única respuesta que obtuvo fue un ladrido y que la perra se acostara sobre la cama. Dominic solo pudo sonreír, se acercó a la cama y volvió a acariciar al animal, dejando la puerta abierta por si esta quería salir.
-tu debes ser Bianca- dijo en un tono delicado, mientras que el animal giro la cabeza al oír su nombre -encantado- le dijo Dominic mientras la acariciaba....

-Anastasia, ve a buscar a Dominic para que tomemos desayuno- dijo mi mamá.
-voy altiro- dije saliendo de la casa rumbo a la casita.
Hacia mucho frío en el patio, pero de todas formas estaba animada, a demás ya me encontraba lista para partir, me había duchado, mis ojos estaban delineados, estaba abrigadita como un oso, solo faltaba despertar a mi pololo -¿mi pololo? Ayyyy suena tan lindo- pensé como una adolescente enamorada...
De pronto me asusté mucho, vi que la puerta de la casita estaba abierta le habrá pasado algo a Dominic?- instintivamente corri hacia el lugar, rogando que todo estuviera bien, me asomé rápidamente por la puerta y vi a Dominic durmiendo como si fuera un niño pequeño, pero no pasó ni un segundo cuando vi levantarse una linda cabecita peluda a su lado -Bianca- susurre tiernamente, la imagen era realmente hermosa, pero enseguida la Bianca con toda su energía se paró bruscamente, pisando toda la espalda de Dominic (quien se despertó de golpe) y luego corrió hacia mi.
-¡fuck!- dijo Dominic asustado.
-¿estás bien?- le dije entre risas mientras acariciaba la pancita de Bianca. Él se acomodó un poco el cabello confundido, luego vio a Bianca junto a mi y entendió todo lo que había pasado.
-yea yea, it is- lo interrumpió bruscamente.
-in spanish please- dije riendo. Él sonrió.
-lo siento, me asuste, desperté muy de golpe, se me había olvidado que estaba durmiendo con ella- dijo Dominic.
-¿me estabas engañando con otra chica?- dije burlonamente poniéndome la mano en el corazón.
-¡albina! No me pude resistir a sus encantos- dijo siguiendo el juego.
Me acerqué a Dominic, quien aún seguía en la cama, y sin previo aviso me puse sobre él y comencé a besarlo, aunque debo reconocer que el aliento mañanero no le queda del todo bien, pero aun así se me era imposible resistirme a él.
Dominic me sujetó fuertemente de más caderas, y rápidamente me dejó bajo su cuerpo... el frío de la mañana ya no se sentía en absoluto... me quitó rápidamente el poleron, yo le quité rápidamente el suyo, y para mi sorpresa quedó su torso desnudo -abra usado el poleron de pijama- pensé... pero antes de darme cuenta Dominic ya había no solo levantado, si no también retirado mi polera... era tan real, tan puro y yo sabia que estaba lista, había superado todas las mierdas del pasado y estaba lista para estar realmente con Dominic... empezó a besar mi cuello, to sentía como la temperatura se me subía, luego mordió mi oreja y susurró- te quiero ana- de una manera tierna pero al mismo tiempo salvaje... comenzó a desabrocharme lentamente el pantalón, pero sin nunca dejar de besarme, tomándose su tiempo, pues de alguna forma viendo si le daba el permiso de hacerlo, y si se lo daba, porque era lo que más quería en ese minuto... comenzó a bajarme el cierre del pantalón, el se encontraba en boxers, y yo sabia que ya no había vuelta atrás, que al fin el momento había llegado, nuestro momento, al fin íbamos a hacerlo...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 06, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Ten calma y... Rompete una piernaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora