[45] Siguiendo el Rastro

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♔ CAPITULO XLV




Yuma daba vueltas alrededor del comedor, la música había dado un pequeño receso y solo se oía notas bajas lo cual producía un momento de relajo en los invitados, a pesar de todo no tenia el mas mínimo sentido de dirección, la cantidad de personas aunque no era excesiva tampoco era poca. La razón de su asistencia era claramente Yui, y la única que lo sabría conducir seria Shizu entre tanto camino laberintoso, ya que las habitaciones y pasillos por donde pasaba eran tan extensos como un teatro completo de pies a cabezas. Para un ciudadano normal como el era casi imposible ubicarse.

—¿Donde demonios se fue Shizu? 

Hace unos minutos...

》Salón《

En el segundo que ambos cruzaron la puerta de invitados especiales se separaron, claro que a una medida no tan lejana. El plan era observar dentro del baile para encontrar a la rubia, a quien sabían ambos que los Sakamakis iban a traer. Cuando tenían pensado iniciar su búsqueda un joven enmascarado de esmoquin blanco y cabello azul índigo se entrometió en su camino.

—¡Nee-san estas muy hermosa con ese vestido!—halago poniéndose en medio del camino

Shizu lo miro de arriba a abajo para comprobar que el tonto de su hermano seguía ahí parado con una sonrisa boba.

—¿No deberías estar al lado de tu jefe hoy?—menciono para que se apartara

—El no me necesita ahora, además puede protegerse perfectamente solo—se aproximo para sostener las manos de la peli morado—así que hazme compañía ¿si?—esbozó un puchero

—Ahora estoy ocupada—cortó tajante antes que se empecine con ella y no la deje en paz

—Ya veo—Souchi miró de reojo al hombre parado al lado de su hermana—Entonces supongo que te robare por un momento—sonrió antes de arrastrarla hacia otro destino

—¡Oye, déjame, dije que me sueltes!—alarmada quizo soltar su agarre, pero la tremenda fuerza de Souchi se lo impidió

—Tu primer baile debe ser conmigo, no con extraños Nee-san—recrimino con celos

Yuma que no tenia idea de la situación pensó que un conocido suyo la había avistado y por eso se la llevo. Ni se le ocurrió creer que no sabría cómo localizar la salida luego



(...)



Pasos resonaban el extremo del palacio, esta zona a oscuras era iluminada por los altos ventanales que filtraban la luz de la luna. Una figura era rodeada por otras sombras ocultas en su dirección. Los pasos se detuvieron advirtiendo el peligro detrás suyo.

—Me alegra que hoy haya asistido Marques

Al otro lado la música opacaba cualquier conversación. Sin importar cuánto ruido se reuniera ahí no podría ser escuchado fácilmente.

—¿Por que se encuentra en este extremo? La entrada por este lado está prohibida

El sonido de un piano acentuaba el canto de una mujer que parecía acostumbrada a las notas altas, con el ritmo las parejas se podían mover al son del baile.

『MI PROPIEDAD PRIVADA』Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt