Templo o Cementerio.

Así empezó...

Hola, mi nombre es Alieh, actualmente tengo 24 años y he vivido gran parte de mi vida con miedo. Miedo a todo pero a la vez a nada. 

No recuerdo cuando inicio, solo sé que un día estaba postrada en mi cama y alguien sobre mi gemía, solo tenia 5 años.

A los 13 años empece a tener senos, me desarrolle y yo no quería. En la secundara nunca me quitaba el suéter pero un día hacia calor así que decidí quitármelo. ¡Maldito error! Mis senos fueron mirados y tocados sin mi consentimiento. 

14 años, me estaba bañando y mientras el jabón caía por mis ojos cerrados se vio un destellos. Inmediatamente abrí los ojos. Había una cámara en la ventana. -Grite, ¡¿Quien esta ahí?! Lógicamente nadie contesto. Salí corriendo. En la sala estaba mi padre y mi familia en la cocina. Pregunte a mi padre qué quien había salido y él contesto que nadie. Se veía agitado y nunca creí que él seria capaz. ¡ERA MI PADRE, MIERDA!

Iba en el camión y llevaba una falta color morado. Era de flequitos y me encantaba. Iba a bajar cuando alguien toco mi trasero y lo apretó. Era mi cumpleaños numero 15.

Tenia 15 años, era el principio de mi alcoholismo.  Perdí mi virginidad. No lo conocía... solo  sabia que era mi vecino. Nunca hablamos, solo sabia que era simpático. 

Tenia mi pijama y vivía con un grupo de amigos, siempre fueron amables y me cuidaban. Una noche, mientras dormía sentí que alguien me tocaba. Mis senos seguían siendo el punto de miradas. Mi brassier estaba desabrochado y sentía los pequeños gemidos que salían de él. No dije nada, solo seguía durmiendo. Tenia 18 años y decidí vivir sola. 

20 años, trabajaba y un día llego un hombre. Lo deje pasar a la oficina, después de 5 minutos de preguntas me encañono. Me quito el celular y me aventó a un sillón. Me quito la blusa, el brassier, el pantalón. Después de un forcejeo para quitarlo, me pego en la cara. Por un momento quise estar muerta o al menos desmayarme para no sentir nada. Deje de sentir su peso... Abrí los ojos y estaba en el baño, amarrada y llorando. Cerraron la puerta, y solo grito, cuenta hasta 30 y sal. No podía contar, no sé cuanto tiempo paso... salí.