Cap 39: "Uuu... Uuu"

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En el jardín...


Alba llevaba casi una hora viendo jugar a su novia con sus dos hijas desde una de las reposeras que rodeaba la pileta.

- Dios mío, no se cansan nunca - murmuró la rubia para sí misma. Es que si bien disfrutaba con la risa de sus tres mujeres preferidas, le era imposible evitar que su cuerpo deseara a Natalia con tanta ferocidad, su cuerpo hervía y no era precisamente por el sol. Alba no sabía si era por sus hormonas, o porque carajo, pero necesitaba a Natalia Lacunza ya mismo. No aguantaba más y lo más probable es que le quedara poco tiempo para que la casa se volviera a llenar de gente de nuevo. Miró su caro reloj y decidió tomar cartas en el asunto.

- ¡HORA DE LA SIESTA! - Anunció y se levantó de la reposera para agarrar dos toallas e ir a recibir a sus hijas.

- ¡NOOOOOOOOOOOO! - Natalia y Beth se quejaron. En un descuido y por la recepción de la mala noticia, la morena soltó a Molly y la pequeñita se hundió de inmediato hasta que la tatuadora la rescató a los segundos.

- ¡NOOOO! ¡LLENA! ¡GRRRRAAA! - Molly reaccionó más tarde apenas su cabeza salió a la superficie. Escupiendo un poco de agua y con una enorme sonrisa, que demostraba que para nada le molestaba hundirse en el agua y se la aguantaba bastante bien, protestó el fin de la diversión. Al parecer la pequeña morenita se había quedado fascinada con la ballena inflable gigante.

Alba miró a las dos morenas y a la rubiecita con una ceja levantada. De inmediato llevó sus manos a su cintura para resaltar su punto con su postura.

- ¡Yo puedo hacel eso! - anunció Beth desde el agua mostrándole a las dos morenas como movía sus cejas igual que Alba.

- Hacer Beth - la corrigió Alba - Hacerrrr - resaltó la erre

Natalia y Molly fruncieron el ceño de forma tan idéntica que Alba no pudo evitar soltar un bufido. Ambas morenas querían levantar una sola ceja pero siempre terminaban.

Beth miró de inmediato a Alba y el aire de superioridad de la rubia la hizo reír de nuevo. Alba estaba segura de que iba a perder esta batalla - No pueden hacerrrrrlo - se burló la pequeña levantando su ceja - ¿Las viste mamá? no pueden hacerrrrlo - se rió un poco más.

- Por supuesto que no cariño, solo las rubias podemos - agregó malvadamente

Beth miró a las dos morenas - ¡LAS LUBIAS AL PODERRRR! - salpicó agua desde su ballena hacia las otras dos.

Natalia protegió a Molly con su propio cuerpo - Molly aguanta la respiración - le dijo Natalia protegiéndola del agua que salpicaba Beth. Alba volvió a soltar una carcajada cuando vio como los cachetes de la pequeña morenita se inflaban para retener el aire como Natalia le había enseñado.

Segundos después la tatuadora y la pequeña desaparecieron debajo del agua y Alba pudo ver como su novia llevaba por debajo del agua a Molly rumbo a la ballena inflable. Alguien iba a pagar sus aires de superioridad con un buen chapuzón. Beth terminó en el agua en lo que las otras dos tardaron en voltearla.

La rubia agitó su cabeza, parecía que iba a estar una hora más bajo el sol y para esa altura la casa ya se iba a llenar de vuelta, se iba a tener que resignar. Suspiró y miró a su morena. La travesía debajo del agua había hecho que los boxers de Natalia se bajaran un poco, y eso permitió a que Alba pudiera ver un poco de la cola de su chica. La rubia pudo distinguir perfectamente dos colores de piel como consecuencia del sol y eso le hizo llegar a su mente los recuerdos de la primer noche que pasaron juntas. Natalia se había quedado impresionada con la contraposición de sus colores, Alba no podía esperar a ver la reacción de la morena esta vez.

- ¡HORA DE LA SIESTA! - repitió. No podía esperar, lo había decidido.

- ¡NOOOOOO! - otra vez se quejaron y esta vez todas al mismo tiempo.

No soy para ti (Albalia) G!POù les histoires vivent. Découvrez maintenant