Calidez

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Tocaba esta vez algo romántico para compensarles los dramas que les escribí los capítulos pasados, así que aquí les va.

Espero y les encante.

.-.-.-.-.

Advertencias:

- Lenguaje soez (lo siento, pero la verdad es que amo maldecir y en mis textos nunca faltan)

- Algo de contenido ligeramente subido de tono (no mucho, don't worry)

.-.-.-.-.-.

Sus críticas (CONSTRUCTIVAS si son tan amables) serían profundamente agradecidas.

.-.-.-.-.

Saviott

...

La escuela no era algo que a cierto rubio se le diera, y tampoco podemos decir que era algo que le gustara.

Joe resopló con pesadez. Una hora en la escuela y el oji-verde ya quería lanzarse por la ventana más cercana y esperar que un auto le pasase por encima. De verdad que odiaba la escuela como a nada más.

Era tarde en un día bastante caluroso a medio turno vespertino de la escuela. El rubio se encontraba en su clase de literatura, materia que no le podía importar menos. Su mirada se encontraba perdida en algún punto de los grandes ventanales del salón, los cuales revelaban una bella vista de la ciudad en la cual estaba pintado de fondo un bello atardecer. En sus manos también se encontraba una pluma, con la cual en estrés daba ligeros y repetitivos golpes en la banca.

"¿Estás bien?"

Claro que todo se fue a la mierda, y el rubio dejó de funcionar cuando cierta voz se adentró en sus tímpanos.

Esa jodida voz. Una voz tímida, pero al mismo tiempo llena de seguridad con una dulzura que le podía derretir el corazón a cualquiera y que resonaba silenciosamente y con una gentileza imposible de imitar.

Esa voz que lo tenía completamente loco.

Joe volteó, algo aturdido, encontrándose con el dueño de aquella voz y ese rostro que le aceleraba el corazón sin esfuerzo.

Ahí estaba Sav, sus ojos azules y grandes mirándole con calidez, emanando cada una de las emociones que pasaban por su mente. Sus bellos ojos estaban parcialmente cubiertos por una salvaje melena de rizos ya bastante larga y teñida de rubio, en la cual las raíces castañas ya se podían apreciar, dándole un toque ciertamente atractivo. Como si no fuera suficiente, aquél rostro también era adornado por una nariz perfectamente moldeada y unos finos labios, los cuales Joe ciertamente se moría por probar.

"¿Joe?"

Joe no se había percatado de que se había quedado completa y totalmente embobado con el rizado a su lado, y la verdad es que a Sav esto no le molestaba ni en lo más mínimo.

"S-Sí... eh..." Joe finalmente reaccionó.

"Estoy bien, sólo aburrido" continuó, bajando levemente el volumen de su voz para no alertar a la insufrible maestra que se encontraba explicando en el pizarrón. Y también haciendo lo posible por no volverse a perder en el mar que eran los ojos de Sav.

Al contrario de Joe, el rizado estaba bastante concentrado en clase. Sav siempre había sido un alumno bastante dedicado y la literatura era algo que le apasionaba bastante, cosa por la cual Joe siempre le molestaba.

En medio de su aburrimiento, la mirada de Joe dejó de admirar al rizado y se posó en unas hojas debajo del cuaderno de Sav. Con lo poco que se veía de ellas, el rubio no pudo en realidad leer nada, pero era evidente que se trataba de algo escrito por Sav, y una traviesa sonrisa se formó en su rostro.

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⏰ Last updated: Mar 09, 2020 ⏰

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