oh, sweet boy of mine // finkeldorf

Elfte

Querido Freddy,

Me haces el hombre más feliz de la tierra.

Tus tonterías, tus chistes y tu amistad son la sangre que hace latir mi corazón; sin embargo, lo que más me gusta es ver tu sonrisa: cuando sonríes no puedo dejar de mirarte y admirar todos y cada uno de los detalles. Las arrugas que se forman justo al lado de tus ojos, cómo tus mejillas se vuelven rosadas y tus labios, ¡oh, tus labios!

Esos labios suaves y rosados. Empiezo a saber cómo se sienten contra los míos; tan suaves y tiernos, lo hinchados que están después de que hayamos pasado tiempo besándonos como dos adolescentes; después de que los haya lamido y mordido.

Juro que cada vez que estamos juntos tengo que rezarle a Dios para que me dé las fuerzas para no sonreír, para no correr hacia ti y abrazarte. Se necesita de todo para intentar no tomar tu rostro entre mis manos, besarte ligeramente y luego apasionadamente. Saborearte, sentirte.

Lo que hay entre nosotros es sólo el principio, pero siento que te conozco desde siempre.

Cuando estoy contigo todo tiene sentido y siempre me siento en casa; especialmente cuando estoy ente tus brazos.

Tuyo,

K.