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Puede que el tener a mi amigo en mi habitación sea un cuanto extraño, ya que mi habitación es mi santuario personal. Es mi...... espacio especial.

Por suerte, mi cama en si, es una litera, me gusta dormir en la parte de arriba porque así no es tan probable que me golpee con algo, una situación que me sucedía mucho al dormir abajo.

Ahora que Jin esta conmigo, hemos intercambiado roles. Por este día seré "La mayor", y él, el niño indefenso. Ya que el doctor me dio la tarea de que comiera a sus horas, y tomara sus medicamentos; al parecer no lo vio tan responsable como para creer en el.

-Entonces te encantan los bistec, de gran tamaño-

-Claro, es mi comida favorita, eso acompañado de un gran plato de Ramen, es lo mejor que puede existir-

Miramos el techo. Ambos estábamos recostados a media habitación, ya era algo tarde y habíamos comido algo de Bulgoggi y Kimchi.

Mis padres no tuvieron el mínimo problema en que Jin estuviera aquí, ambos opinan que es un gran chico, inclusive han creado la hipótesis de que el será mi novio y probablemente mi futuro esposo. Que loco.

-¿Por qué tus padres no estaban contigo?, es raro que no estuvieran ahí-

Un silencio se creo entre nosotros, vi de reojo a Jin y el solo miraba el techo, perdido en sus pensamientos. Tal vez tenían alguna buena razón para que no estuvieran ahí.

-Recuerdas cuando te dije que...... tu familia era algo que quería-

-Mhum-

-Pues...... es por esto, a pesar de la edad que tengo, aveces quiero que ellos me recuerden, que recuerden que existo, porque creo que ya no lo recuerdan-

Respiro hondo y cerro sus ojos. Ahora entiendo el hecho de que Namjoon (Su amigo), era el único que estaba ahí.

Ahora entiendo porque me llamo, porque dijo que debería de quedarme con él, y que estaba agradecido de que tuviera a una amiga como yo.

El seguía con sus ojos cerrados, así que me levante y saque de mi mochila gomitas frutales; las compre camino al hospital, dije que tal vez podrían ayudar a Jin a sentirse mejor, además, le debía unas.

Aunque no serán tan buenas como un churro, las gomitas frutales ayudan a que pueda relajarme un poco en días tensos.

Rasgue la envoltura y las tendí a Jin.

-Toma-

El abrió sus ojos, tomo una gomita de la bolsa y la inserto en su boca, cerro los ojos de nuevo y disfruto su sabor.

Creo que comenzaba a surtir su efecto, ya que el perfil de Jin se relajo y sonrió.

-¿Tus gomitas son mágicas?, porque me han hecho olvidar cosas.-

Estaba feliz, ver a las personas que quiero, sonreír o reír, me hacían feliz. Y Jin es una de esas personas.

De un momento a otro, Jin abrió sus ojos y me miro. Creo que ha olvidado algo, yo tengo una expresión parecida cuando se me olvida algún ingrediente o algo que debería de comprar urgentemente.

-¡He olvidado a Deng!-

..................

Después de que Jin me diera una explicación de quien era Deng. Estoy camino a su departamento, me ha dado las llaves y me ha pedido que lleve a Deng a casa, ya que hace 2 días que no lo ve, ademas, le llevare algo de ropa para que se cambie.

Deng, es nada mas y nada menos que un petauro de azúcar, debo de admitir que es adorable. Es pequeño y... Tierno.

He llegado a un edifico algo grande y lujoso, nunca creí que viviera aquí, al parecer ser el asistente del gran dueño de las empresas Kim Inteligence Company, es muy bien pagado.

Cartas Cada Tarde de Otoño. (Imagina con Jin)Where stories live. Discover now